Ninguna base naval extranjera en México

Honduras estudia la propuesta de EU de establecer la sede de un contingente de Fuerzas Especiales para Latinoamérica. México no lo permitió el siglo pasado.

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Siempre me refería a “la isla que está afuera del bracito de Baja California” cuando alguien me preguntaba dónde estaba Puerto Cortés, un apacible lugar de la tierra sudcaliforniana donde parece que el tiempo se detiene, incluso para la gente de la Marina que custodia el lugar.

Cortés es parte de Isla Margarita y era un  referente de las “alertas” (ejercicios navales) que realizaba cada año la Armada de México en el Pacífico mexicano –en el Golfo de México se efectuaban en San Luis Carpizo, Campeche– y lugar de castigo para muchos, aunque era un oasis para quienes desembarcaban de buques operativos.

En nuestra estancia en la isla, en 1997, conocimos un poco más de  Cortés y de puerto Alcatraz, en Isla Margarita, que con los de San Carlos y Adolfo López Mateos, en el continente, forman la bahía Magdalena, de unos 50 km de largo, la más grande del país. Esto recordé al saber la noticia de que Honduras estudia la propuesta de Estados Unidos para establecer la sede de un contingente de Fuerzas Especiales para Latinoamérica.

Este tema de las bases militares de EU en la región se abordará en la Cumbre de las Américas, en Panamá, que  se inicia este viernes. Y es que a muchas naciones les disgustan las más de 30 instalaciones militares en suelo latinoamericano y caribeño, por diversas razones, la principal, la pérdida de soberanía.

Bahía Magdalena encaja aquí, porque en marzo de 1908, EU realizó ahí, durante varios meses, ejercicios navales con 16 acorazados y 15 mil marineros de su flota del Pacífico. De forma simultánea el Gobierno de Washington insistía en adquirir esa zona al gobierno de Porfirio Díaz con la intención de establecer una base naval.

En abril de 1908, The Times de Los Ángeles publicó un editorial incitando a su gobierno a la compra de bahía Magdalena. México no cedió a esas presiones y  nunca volvió a renovar permisos para las prácticas de la flota estadunidense en Baja California. Si Porfirio Díaz hubiera cedido a las pretensiones de los vecinos, México tendría al menos una base naval estadounidense.

Vestigios

Hoy, sólo quedan vestigios de las prácticas navales de la Marina estadounidense en esta apacible bahía, ambicionada por el vecino país por su posición estratégica, algunos dicen que similar a la de Pearl Harbor.

Como dato curioso, historiadores apuntan que quince días después de terminadas las concesiones a EU, llegaron a puertos mexicanos dos acorazados de guerra japoneses para sumarse a los festejos del centenario de la independencia de nuestro país.

Los hechos narrados dieron lugar al establecimiento de una base naval de la Armada de México en Puerto Cortés, en Isla Margarita, que permanece hasta la fecha y alberga a marinos, pescadores y sus familiares. Además, Bahía Magdalena es ahora patrimonio de la humanidad, un bello santuario donde existe una gran biodiversidad como pocos sitios en el mundo.

Anexo "1"

El barquito y "el pueblito"

En Puerto Cortés hay tiempo para todo, sobre todo para conocer la isla y sus alrededores. Además de las visitas cotidianas a Alcatraz, pueblo de pescadores, en una ocasión llegamos al lado oeste de la isla y me impresionó el sonido del mar y el rompimiento de las olas del Pacífico en la costa.

Las caminatas generalmente eran hacia el 'barquito', un mercante pequeño varado en la playa, distante a unos dos o tres kilómetros del Sector Naval. Hacia el centro estaba el 'pueblito', que reactivó el contralmirante Víctor Pasquel Urieta, en su afán de tener al personal con sus familias.

La mayoría vivía en las casitas alrededor del Sector Naval. Quienes estábamos "solteros" disponíamos del sistema Sky en nuestra barraca, además del Casino con televisión y mesas de billar. Fue una agradable estancia en ese lejano 1997, pero faltaba siempre lo mejor... la familia.

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