No dejes para mañana lo que puedes procrastinar hoy
No podemos ser tan radicales como en Maranao, Brasil, donde la población, un poco hasta la madre de abusos y desfalcos, amarró en lo alto de un poste de luz a un político corrupto.
Solo porque la NBA no se tentó el corazón para expulsar sin medida ni clemencia al señor Donald Sterling, dueño de Clippers de Los Ángeles, por espetar dudosos comentarios racistas en un deporte constituido fundamentalmente por afroamericanos, ya muchos entusiastas de la tolerancia cero quieren aplicar esas rudas medidas en la vida nacional.
Digo, hay que reconocer que de pronto no estaría contra restar ciertas formas enfermizas de la tibieza, la abulia, la impunidad y el aplazamiento sin fin en la vida institucional de la patria que como en la PGR o la Femexfut, primero procrastinan y luego verigüan.
Pero tampoco es para poneros flamencos y aplicar los reglamentos de la NBA como hicieron con Mr. Donald, al que no le dieron chance ni de ampararse o alegar faltas al debido proceso para darle crank de por vida. O sea, no se puede. Imagínense nada más lo que pasaría en Banamex o Pemex, a los que defraudan oceanográficamente más o menos cada vez que el Real Madrid le mete un gol al Bayern Munich, pues al final ya no quedarán más que dos o tres cajeros.
Es decir, no podemos ser tan radicales como en Maranao, Brasil, donde la población, un poco hasta la madre de abusos y desfalcos, amarró en lo alto de un poste de luz a un político corrupto. Si aquí se hiciera lo mismo, tendríamos que amarrarlos de cinco en cinco, porque no alcanzarían los postes. Al rato querrán que a los corruptazos más significativos me los quieran guardar en una cámara hiperbárica toluqueña.
Lo que sí deberían de vetar de por vida son los debates panistas. Pocas cosas tan deprimentes y sin gracia. Por lo menos Cordero y Madero hubieran llevado a la edecán del IFE, o un tambache de declaraciones grandiosas como las de El Piojo Herrera que está vez sí se lució como filósofo nacional al decir “No nos queda más que la Virgen y la selección”.
Cualquiera cosa era mejor que los suspirantes a la presidencia blanquiazul salieran con la obviedad de no encontrar mejor forma de insulto que acusarse mutuamente de peñistas, incluso. Bueno, es muy probable que ni un priista sea tan peñista como estos personajes.
¿Por qué a ninguno se le ocurrió aceptar la culpabilidad del embarazo de Ninel Conde para jalar rating? Ojalá la NBA hubiera sancionado este debate.