Entra como cuchillo en mantequilla en la mente del público la idea de que quien gane más dinero, debe pagar más impuestos, como lo delineó el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, el jueves pasado al adelantar algunas características de lo que será la reforma fiscal. La gente piensa que quien tiene más, debe contribuir más. Suena bonito.

Pero en un sistema de reglas parejas y normatividad equitativa es totalmente injusto que paguen más quienes juegan con ellas, las respetan y son exitosos como resultado de sus habilidades. Por ejemplo, ¿por qué habría de pagar una tasa de 35% de ISR un joven que pone un negocio de jugos orgánicos, le atina a un mercado desatendido y logra ganancias sustanciosas; mientras que un dentista de la misma edad pero con menos ingresos debe pagar solo 30 por ciento? Cobrar una tasa impositiva diferenciada a quienes ganan más disloca el interés del emprendedor.

Es cierto que la sociedad no ha digerido por completo de dónde han surgido fortunas cuantiosas; pero esa desinformación debería permitirnos reflexionar sobre la conveniencia, por ejemplo, de imponer un mayor gravamen a las herencias, que son adjudicadas por el solo hecho de llevar un apellido, pero sin mérito empresarial.

Un escenario previsible es que los integrantes del Pacto por México y la SHCP se echen encima a los empresarios del país si insisten en que los que tienen más, paguen más.

Es muy deseable que si hay un matiz a los argumentos que ha tenido el secretario Videgaray para hacer públicas sus apreciaciones, lo verbalice con celeridad, para aminorar la disonancia que podría generarse entre la gente de éxito. El presidente Peña Nieto ha expresado su deseo de que los mexicanos prosperemos y seamos exitosos. ¿Para qué? ¿Para cobrarle más impuestos a aquellos que triunfen?

En otro orden de ideas, Olegario Vázquez Aldir y su Grupo Financiero Multiva, que encabeza Javier Valadez, quiere incrementar hasta en seis mil millones de pesos su cartera en materia de créditos para entidades que busquen potenciar su infraestructura. Es una muestra más de que la mesa está puesta para el desarrollo que vivirá el país, sobre todo con el equipo económico que se conformó en el gabinete.