No importa el INE, ¡chequera única ya!
La idea de la chequera única acaba con precios deprimidos, favores a un candidato que tiene que pagar después, donaciones de aviones y autobuses y estadios para hacer eventos.
En la mesa de negociación de la reforma política PAN y PRD han propuesto una idea que podría cambiar en serio la dinámica de las elecciones en el país y para bien.
Como ha quedado claro en muchos procesos, federales y locales, en el centro de los conflictos electorales ha estado el dinero. Hasta 2006 el asunto del dinero tenía que ver primordialmente con lo que se gastaba en medios de comunicación concesionados. Ese asunto se comenzó a corregir dándole el control de los anuncios en televisión y radio al Instituto Federal Electoral.
Entiendo las objeciones de muchos a este modelo, pero debemos decir que en relación con los objetivos planteados por quienes lo propusieron, funcionó medianamente bien. En la misma reforma se dieron nuevas facultades de fiscalización y reglas —en especial el llamado prorrateo— que hicieron las delicias de contadores y abogados. Jugando con los números, aplicándose en Excel, leyendo bien las reglas, ya vimos cómo todo mundo gastó lo debido, y los excesos, al menos en el papel, fueron mínimos y con castigos irrelevantes.
A partir de eso, la idea de la “chequera única”. Si el IFE le da dinero a los partidos para que estos gasten en espectaculares, empresas de transporte, incluidos aviones, empresas que manufacturan gorritas y banderas y vasos y termos y relojes y… Pues quitémonos el intermediario. Que el IFE pague todo.
Usted, candidato, va con una empresa de anuncios espectaculares y le pide la factura a nombre del IFE y que allá cobre.
El IFE paga. El IFE suma. Cuando usted llega al límite, pues el IFE ya no paga, el proveedor ya no provee. Si alguien cree que un candidato tiene muchos espectaculares, pues va con el IFE y ya está. Si el IFE lo pagó, pues estaba en el límite. La idea de la chequera única acaba con precios deprimidos, favores a un candidato que tiene que pagar después, donaciones de aviones y autobuses y estadios para hacer eventos.
No suena mal. Espero que la oposición no se quiebre. Todo lo demás sobra. El asunto en nuestras elecciones es el dinero.