Nuestra década perdida
En 10 años, el número de denuncias por homicidios dolosos aumentó 58%, el secuestro creció 426 % y los robos con violencia subieron un 58%.
En 10 años, las denuncias por secuestro en México aumentaron 426%.
En 10 años, el número de denuncias por homicidios dolosos en México aumentó 58%.
En 10 años, las denuncias por robo con violencia en México aumentaron 43%.
En 10 años, las denuncias por robo sin violencia en México aumentaron 30%.
El 68% de la población mayor de edad considera “que vivir en su ciudad es inseguro”. Estamos hablando de que siete de cada 10 habitantes que viven en una ciudad perciben que su entorno es inseguro.
La vida normal incluye tener miedo: 64.5% ha optado por no llevar cosas de valor; 50% decidió no caminar alrededor de su vivienda después de la ocho de la noche; 48.5% ya no permite que sus hijos menores salgan, y otros decidieron diversificar sus rutinas para visitar a sus parientes o amigos.
El 66.7% considera que el desempeño de las policías estatales o municipales ha sido poco o nada efectivo.
Según una estimación, el costo de la inseguridad en 2012 representó 215 mil millones de pesos, es decir, 1.34% del PIB.
La confianza en la policía está por abajo de 25 por ciento y sigue siendo la peor calificada de todas las instituciones.
La mayoría de los mexicanos (66%) considera que la ley se respeta poco o nada.
La mayoría de los mexicanos no denuncia los delitos y no lo hace porque dice que no sirve de nada.
Hoy hace diez años acompañé a mi esposa, mis hijos y un grupo de amigos a caminar por Paseo de la Reforma. Debo confesar que lo hice desde la curiosidad del periodista más que por la indignación de muchos que marcharon a mi alrededor. Mis cercanos y yo habíamos tenido suerte y la ola de secuestros e inseguridad que los organizadores denunciaban no nos había tocado. Pensaba en aquel entonces que exageraban. Y me pregunté en serio si no había algo de razón en el insensible desprecio de las autoridades para aquellos que llenaron las calles del corazón de la ciudad.
Qué poco sabía. Hemos comprobado que las cosas siempre se pueden poner peor. Que nuestra historia se vuelva advertencia.
(Los datos vienen del Inegi y del estudio IFE-Colmex).
Twitter: @puigcarlos