Nuestro preocupante Centro Histórico

Su condición de centralidad y los procesos de deterioro físico y social que enfrenta han contribuido a la aparición de varias problemáticas.

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El largo e incontrolado proceso de urbanización y desarrollo comercial de nuestra ciudad si bien ha contribuido a la disminución de los niveles de pobreza y al acceso a los servicios básicos de infraestructura y mantenimiento, enfrenta grandes retos y desafíos, entre ellos la modificación del entorno medio ambiental de la ciudad y la destrucción de los tesoros de su pasado histórico.

Nuestra ciudad se caracteriza por el elevado nivel de informalidad en lo concerniente al tejido comercial y la irregular tenencia de la tierra, en un escenario amenazado por las tendencias hacia la inseguridad social, que tienen como caldo de cultivo el altísimo número de predios desocupados y espacios urbanos sin construir.

Nuestro Centro Histórico no es ajeno a estos desafíos. Su condición de centralidad y los procesos de deterioro físico y social que enfrenta han contribuido a la aparición de estas problemáticas. Desafortunadamente es cada día más evidente la disminución del nivel de calidad de vida de quienes residen en ese espacio urbano, que cada vez son menos, afectados por el comercio informal, el mal uso de los lugares públicos y la inseguridad vial. Estos retos no sólo amenazan el patrimonio cultural tangible e intangible, sino que ponen en riesgo la sostenibilidad de nuestro Centro Histórico como eje vertebrador de nuestra ciudad.

Sin duda existe un claro interés de enfrentar estas realidades y desafíos, en el marco de un proceso de revitalización de nuestro Centro Histórico, con procesos integrales e innovadores que permitan revertir las serias problemáticas urbanas de este espacio emblemático, proceso que no debe realizarse de manera aislada, sino conjuntamente con una nueva visión a largo plazo del desarrollo urbano de nuestra ciudad.

En la vida de nuestra Mérida, el futuro de su Centro Histórico debe tener una realidad urbana viva y dinámica, siempre en mejora continua, en un marco de políticas de protección, recuperación y aprovechamiento integral, complementados con instrumentos capaces de regular las tendencias actuales que conducen a un proceso de abandono, destrucción y deterioro. Luchemos todos por el permanente rescate de nuestro Centro Histórico, integral y de mejora continua.

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