Por una nueva defensoría pública

Es inmensa la población que requiere servicios legales para defender su patrimonio, para defenderse frente a la arbitrariedad de la policía, para defenderse frente a una escuela que no le da los servicios que requiere, etc.

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Puede ser que el mejor resultado a futuro de la crisis que vive el gobierno tenga que ver con la encomienda que el presidente Enrique Peña Nieto ha hecho al CIDE y en particular a su director, Sergio López Ayllón, de organizar una serie de foros que den como fruto una serie de propuestas concretas para mejorar el acceso a la justicia cotidiana de los ciudadanos.

De ahí surgió una de las ideas que, espero, se discuta en los foros y resulte en una propuesta concreta: la creación de una verdadera defensoría pública.

La doctora Ana Laura Magaloni lo explica así: “A mí me impresiona que este no haya sido el tema más sexy en términos políticos, es casi como hacer política social y no nos hemos dado cuenta.

Es inmensa la población que requiere servicios legales para defender su patrimonio, para defenderse frente a la arbitrariedad de la policía, para defenderse frente a una escuela que no le da los servicios que requiere, frente a un hospital que no le responde, frente al vecino corrupto que le pone el coche. Es decir, toda esta conflictividad social que está ahí.

“En México, a diferencia de lo que sucede en cualquier otra parte del mundo, no hay forma de resolver estos conflictos vía abogados, vía tribunales, porque nadie tiene el dinero para contratar alguno. En el pasado resolvíamos esas controversias fuera del sistema de justicia, era una negociación política donde te daban premios y castigos y donde todos más o menos se beneficiaban o había un equilibrio de gestión de la conflictividad exitoso.

"Cuando se democratiza el país no podemos pasar ese mecanismo político a un sistema jurisdiccional. Entonces, lo que tenemos es que unos cuantos, muy pocos, se benefician de una justicia de élite, superbien pagada, es todo un dineral que es la justicia federal. El resto de la población cuando bien le va puede tocar las puertas de un tribunal local, que son malos, están colapsados, son corruptos, etcétera. Pero hay muchísima conflictividad que no entra ni siquiera a las puertas de un tribunal local”.

Magaloni, junto con Carlos Elizondo, propuso hace poco crear esta institución a partir del CNDH. Podría ser.

Lo que nadie puede negar es que es una idea necesaria, no tan complicada, y que se mete en el centro de la problemática: la relación de los ciudadanos con la justicia. En donde hasta hoy, el ciudadano siempre pierde.

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