Nueva grieta en el magisterio

El fundamento para la nueva centralización de la educación se desprende, según Chuayffet, de la poca claridad en el manejo del presupuesto y la administración educativa en algunas entidades del país.

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La aparición de una nueva agrupación de maestros que busca integrarse nacionalmente como el Sindicato de Trabajadores de la Educación (STE) nos muestra claramente que la recurrente crisis que padecen los mentores respecto a sus líderes sindicales aún no toca fondo.

La nueva agrupación busca madrugar al SNTE con una reafiliación nacional de maestros ya que las últimas reformas en el sector educativo desnudaron la abismal distancia entre los dirigentes del SNTE y sus agremiados, así como  las fracturas internas de la CNTE y el servilismo de los sindicatos estatales. 

Hoy, la desinformación y la confusión en las escuelas han propiciado el conformismo entre los maestros, dejando el campo fértil para la aparición del STE y su nuevo “mesías” Carlos Jonguitud Jr., que busca armar un sindicato paralelo al SNTE, aprovechando las declaraciones del secretario de Educación, Emilio Chuayffet, en el sentido de volver a centralizar el pago de todos los maestros y la rectoría en la educación básica a través de la dependencia federal (SEP).

Cabe recordar que, con la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) en mayo de 1992, se consumó la descentralización del Sistema Educativo Nacional, donde el gobierno federal, que hasta entonces se encargaba de la administración y mantenimiento de los establecimientos educativos, pasa a los gobiernos estatales la responsabilidad en la operatividad de los planteles de educación básica y normal. El fundamento para la nueva centralización de la educación se desprende, según Chuayffet, de la poca claridad en el manejo del presupuesto y la administración educativa en algunas entidades del país. 

Si esto sucede tal como afirmó Chuayffet a Carlos Marín, director de Milenio, entonces qué pitos tocarán los sindicatos estatales de maestros con un nuevo patrón de rango federal. No olvidemos que el ANMEB abrió el camino para la formación de sindicatos estatales como contraparte de las Secretarías  Estatales de Educación y, ahora, éstos quedarán en segundo plano, por no decir inoperantes ante la rectoría del Servicio profesional Docente y del INEE.

Parece que el dicho: “A río revuelto, ganancia de pescadores” cobra vigencia entre el magisterio yucateco pues, apenas la semana pasada se anunció la creación de la nueva sección 61 del SNTE integrada por maestros de los institutos tecnológicos. Ojalá que los maestros comprendan que, mientras más sindicatos  formen entre ellos, más débiles y vulnerables se vuelven.

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