Nuevo aeropuerto, nueva zona franca

Las zonas francas tienen un tratamiento aduanero especial que permite ingresar mercancías extranjeras, permanecer o transformarse sin que exista una obligación de cumplir con la tributación específica del país.

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Entre los proyectos paralelos que acompañarán al cuerpo principal del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México hay uno que no solo será rentable (la obra se pagará con las operaciones de la misma terminal), sino una innovación logística.

La idea es tener en los predios una zona franca que permita convertir a México en un verdadero hub de carga, como no existe en otra terminal del país.

“La visión del presidente Peña y del secretario Ruiz Esparza ha sido que tenemos que construir un país donde todo el aspecto logístico mejore enormemente la competitividad, no solamente puertos, sino también en aeropuertos con consolidación de carga o transformación de productos”, explica Manuel Ángel Nuñez, director general de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México. Según datos del consorcio, en los próximos 15 años, la carga en la terminal se va a triplicar y una zona franca multiplicaría los negocios relacionados con ella.

Las zonas francas tienen un tratamiento aduanero especial que permite ingresar mercancías extranjeras, permanecer o transformarse sin que exista una obligación de cumplir con la tributación específica del país, hasta que no salgan de esa área.

Hasta ahora, lo más parecido son los Recintos Fiscalizados Estratégicos (Refie), creados en 2003. En el país hay 10, todos con poco movimiento comercial.

“Desde el punto de vista administrativo de comercio exterior y fiscal tiene beneficios que son muy útiles comparados inclusive con el régimen de maquiladoras”, dice Luis Ricardo Rodríguez, socio del área de Comercio Internacional y Aduanas y de Servicios de Ubicación y Expansión de Negocios en América Latina de KPMG.

Tener una zona franca nos posicionaría en un buen lugar en materia de competitividad que además genera una derrama económica por los negocios de logística, transportación y fabricación, explica Cecilia Montaño, socia líder en México y Latam de Comercio Exterior y Aduanas de Deloitte.

En paralelo, el SAT deberá trabajar en un nuevo reglamento de la ley aduanera para sumar esta nueva figura, un poco más sofisticada que los Refies.

“Va ha ser el nuevo hub de América Latina, vamos a competirle a Los Ángeles, Miami, Atlanta, Houston y Panamá”, afirma Nuñez quien ve en este espacio una interesante fuente de ingresos dentro del complejo aeroportuario. 

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