Obama: el deportador en jefe y el silencio del mundo
La única respuesta del gobierno de Estados Unidos ante la crisis de migrantes menores de edad no acompañados que estalló en los últimos meses ha sido la fuerza, la dureza. Ante una crisis humanitaria desatada por una crisis económica, de violencia y de desarrollo: la policía.
Es más, Obama está dispuesto a pedir la friolera de 3 mil millones de dólares extras, pero no está dispuesto a cambiar un centímetro la política pública.
La solicitud de gasto de la Casa Blanca incluye $1.1 mil millones para el Departamento de Homeland Security para ayudar a disuadir a quienes cruzan la frontera; $433 millones para la Aduana y Patrulla Fronteriza para cubrir los costos de horas extras y de instalaciones adicionales para detener a los menores no acompañados mientras están en custodia de la Patrulla Fronteriza; 64 mdd del Departamento de Justicia para contratar a los jueces de inmigración, y $ 1.8 mil millones para el Departamento de Salud y Servicios Humanos para el cuidado de los niños no acompañados, incluyendo alojamiento y atención médica mientras son deportados.
Ayer, el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Jeh Johnson, dejó en claro que la política de su gobierno, la única, es deportar a los niños migrantes que llegan a su país. “Las personas detenidas en la frontera van a ser una prioridad para el proceso de retiro y devolución al su país, y esto independientemente de la edad”.
Ni por la cabeza le ha pasado, por ejemplo, imitar la idea mexicana de dar visas de trabajo limitadas geográfica y temporalmente; o de cambiar las reglas de la visa TPS que en parte ha creado el desastre o de hacer un plan de ayuda a Centroamérica. Esos 3 mil millones ayudarían mucho.
Nada.
Y no deja de ser curioso que aún ante la evidencia de que en Washington no se piensa más que en perseguir, arrestar y deportar; desconociendo los llamados de la ONU a explorar la posible implementación del estatus de refugiados para estos menores, los países de la región, incluyendo a México, no tocan a Obama ni con el pétalo de un adjetivo en algún discurso.
Es hora de que alguien le haga algún reclamo.
Twitter: @puigcarlos