Continuando con la evidencia de la asociación entre obesidad y función reproductiva, le comparto que para 2004, Jensen y cols. reportaron que a mayor Indice de Masa Corporal (IMC) menores niveles de hormonas sexuales, concentración espermática y número total de espermatozoides. No todos los hombres obesos presentan problemas de fertilidad, pero  la obesidad mórbida es más frecuente que se asocie con ella.

El factor masculino representa el 25-30% de todas las causas de infertilidad, y si a esto se suman otras situaciones de salud aumenta otro 30%. 

Algunas causas conocidas son: criptorquidia, torsión o trauma testicular, varicocele, infección urogenital, anticuerpos antiespermatozoide y obstrucción del tracto espermático y se suma la obesidad.

La obesidad puede llevar a un perfil hormonal alterado, sugiriendo una posible alteración endocrina en el varón obeso, constituirse así en un posible riesgo de alteraciones en el líquido seminal y traducirse en infertilidad. Lo anterior también ha sido señalado por Martínez López (2001).

Además de la obesidad, pueden influir otros factores como el estilo de vida y, la  disfunción eréctil. Antes de concluir, debo señalar que  la obesidad en mujeres, además de alteraciones en el ciclo menstrual, puede llevar a abortos espontáneos (Watkins 2003).

Ahora, amable lector, sólo me resta decir que si usted es obeso queda claro que la sexualidad está presente y hay que disfrutarla más allá de la genitalidad, pero también invitarlo(a) a llevar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta sana, ejercicio, ya que como regla de oro en la sexualidad una buena salud permite también la vivencia de una sexualidad más plena, disfrutable y placentera.