La obsesión por viajar
Lo importante es estar siempre en movimiento. Viajar se ha convertido en una necesidad, e incluso una moda entre los jóvenes...
Desde hace mucho que el mundo se volvió demasiado rápido. Mientras más pronto se acortan las distancias en el tiempo más cercanos somos al futuro, que a decir verdad es ya nuestro presente. Existe un interés por construir medios que permitan un mejor desplazamiento, lo que es casi una obsesión colectiva. De allí el nacimiento de cuestiones como la televisión, los smartphones y el internet, además de los cientos de rutas aéreas nuevas.
Lo importante es estar siempre en movimiento. Viajar se ha convertido en una necesidad, e incluso una moda entre los jóvenes. A diario somos bombardeados por cientos de mensajes que nos incitan a visitar nuevos lugares.
En la televisión, el internet, la radio... lo importante ahora es conocer y explorar el mundo, porque esto también representa una manera de conocernos.
Pero ¿de dónde nace realmente esta necesidad del viaje? Una parte de su objetivo es escapar, huir del mundo cotidiano y de la “vida real”. Somos víctimas del hartazgo de nuestros tiempos, de ese tedio generacional que provoca la búsqueda de una vida modelo, con la casa perfecta, la familia feliz y el auto del año. Ante el establecimiento de todo esto el viaje resulta una manifestación irreverente. Romper ese tedio es romper con lo establecido, mientras que permanecer estático es signo de alienación al sistema y a las formas convencionales. De ahí la importancia de “abandonarlo todo y salir a conocer el mundo”. Sobre esta conversación, el sociólogo francés Michel Maffesoli ha aportado el concepto de la “vida errante” en su título El nomadismo. Vagabundeos iniciáticos, y dice:
“Se puede afirmar que lo característico de lo político, respecto de su preocupación por la gestión y la productividad, es desconfiar de la vida errante, de lo que escapa a la mirada. De ahí viene, en este mismo orden de ideas, la instalación de técnicas de vigilancia por video, tan característica de las sociedades contemporáneas”.