Oportunistas, pero hongos

Debe evitarse el uso de cremas grasosas y sobre todo las que contienen cortisona, porque éstas incrementan la patogenicidad de los hongos.

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Otro grupo de dermatomicosis superficiales es el producido por los hongos oportunistas, o sea aquellos  que forman parte de la flora normal de la piel, parasitándola sin producir daño y que sólo se convierten en patógenos cuando existen las condiciones que faciliten su baja agresividad -cualquier coincidencia con los políticos es sólo semejanza-.

Destaca en ese grupo por su frecuencia  la pitiriasis versicolor, producida por la malassezia furfur, hongo lipofílico al que el calor y la humedad son factores que lo convierten en infectante y producen en las áreas seborreicas de la piel como la cara, hombros, pecho y espalda manchas blanquecinas o cafés y en ocasiones rojas, de ahí su nombre de versicolor y pitiriasis por la descamación fina de las lesiones que son pequeñas y redondas al inicio y después coalecen y se hacen de mayor tamaño y cuando son blancas la preocupación mayor  de los pacientes es que no sea vitíligo.

Aunque el calor y la humedad son los principales factores, debe evitarse el uso de cremas grasosas y sobre todo las que contienen cortisona, porque éstas incrementan la patogenicidad de los hongos y hacen más crónica la enfermedad, que realmente sólo representa un problema estético pues no es contagiosa. El tratamiento debe ser tópico con lociones, soluciones y jabones queratolíticos que remuevan al hongo de la piel y durante el tiempo necesario para eliminar las lesiones.

Otro hongo representante del grupo de los oportunistas es la candida albicans que también forma parte de la flora de la piel con predilección por las mucosas (boca y vagina) y que requieren necesariamente factores predisponentes para producir lesiones, como la diabetes, el embarazo, el sida, uso prolongado de antibióticos o cortisona, dermatitis preexistentes como la del área del pañal y la humedad.

La candidosis oral es frecuente en recién nacidos, afectando labios, lengua y paladar, constituida por placas blanquecinas y cremosas que semejan restos de leche; puede haber dolor y ardor. La vaginitis candidósica puede producirse por los cambios hormonales (pubertad y embarazo), diabetes etc. Se manifiesta por zonas rojas, secreción blanquecina, dolor y ardor; puede transmitirse sexualmente.

En la piel  se afectan predominantemente los pliegues (intertrigo) de las manos, pies, submamarios, axilar, inguinal, umbilical e interglúteo, desencadenada por la humedad y la obesidad; se caracterizan por placas rojas descamativas, fisuras, vesículas y costras. Las uñas también pueden afectarse.

El tratamiento dependerá del tipo de candidosis, pero sobre todo de la corrección del factor desencadenante; puede hacerse con cremas o con la  ingestión de antimicóticos. Ojalá así pudieran tratarse a todos los oportunistas, como a los hongos.

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