Osorio, Mondragón y la Gendarmería

Toledo dijo que la Gendarmería Nacional se estrenaría con 10 mil elementos durante el desfile del 15 de septiembre.

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Quiero pensar que lo que estamos viendo que sucede al interior de la Secretaría de Gobernación es producto de ajustes y descontroles lógicos después de crear una institución tan grande, metida en tantos asuntos de tan diversa índole. Y pienso que es cosa de tiempo el que se ordene.

Quiero pensarlo así porque si no es así, habría que empezar a preocuparse porque se les está haciendo bolas el engrudo.

Cada año la red por los juicios orales y el debido proceso organiza un foro para revisar el estado que guarda la implementación del nuevo sistema de justicia penal aprobado en 2008 y que en junio de 2016 debe estar operando en todo el país.

El miércoles compartieron una mesa, entre otros, el general Óscar Naranjo. El académico Ernesto López Portillo y el inspector General de la Comisión Nacional de Seguridad Carlos Humberto Toledo.

Ahí, de la nada, Toledo dijo que la Gendarmería Nacional se estrenaría con 10 mil elementos durante el desfile del 15 de septiembre. Toledo dijo que esos miles de nuevos policías vendrán de las fuerzas armadas. Así lo reportó MILENIO: “Los agentes, puntualizó Toledo, estarán bajo el mando del comisionado nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, y su función será ocupar los espacios donde no hay presencia de la Policía Federal y donde las fuerzas armadas realizan operaciones contra el crimen organizado o auxilian a la población, además de resguardar zonas estratégicas. La Gendarmería estará en las zonas de conflicto. Puede ser un conflicto violento, puede ser un desastre natural, y tendrá unidades que puedan transportarse para apoyar a la sociedad”.

López Portillo, director del Insyde, se dijo preocupado por el carácter militar de el nuevo cuerpo. López Portillo no estaba solo preocupado sino sorprendido. El y su organización acompañaron a otras asociaciones como Causa en Común de María Elena Morera y el IMCO, para pedir con una carta pública que la creación de la gendarmería se hiciera después de un amplio debate público. Decían en la carta: “El lenguaje del Pacto por México hacía suponer que, para crear la Gendarmería, se procedería por el Congreso de la Unión. Sin embargo, declaraciones recientes sugieren que se está considerando la posibilidad de establecer la nueva corporación por la vía de un decreto administrativo. A nuestro juicio, sería un error serio utilizar ese procedimiento. En ausencia de acción legislativa, la nueva corporación nacería con una estructura jurídica endeble y, sobre todo, con un déficit de legitimidad política y social”.

Después de la carta, los firmantes recibieron promesas desde el gobierno y el Pacto por México de que habrían foros de consulta antes de la formación de la Gendarmería. Ahora, desde la CNS, en un foro, en voz de alguien que no es el titular de la CNS se decía otra cosa.

Ayer mismo en la sección Trascendió de MILENIO decía: “En las fuerzas armadas calculan que no puede haber gendarmería antes de diciembre, tanto por el tema de reclutamiento, capacitación y entrenamiento, como por la delimitación de funciones entre este cuerpo y la Policía Federal. Y algo han de saber, porque cerca de la medianoche del miércoles, desde Gobernación intentaron desactivar las declaraciones del inspector Toledo”.

Hasta donde pude averiguar en otras áreas del gobierno las declaraciones de Toledo los tomaron por sorpresa.

En el mismo foro, Óscar Naranjo, el asesor del presidente Peña Nieto, pareció construir el argumento contrario a una gendarmería surgida desde las fuerzas castrenses. Entre otras cosas dijo que “Si algo necesitan las policías es conducción política y liderazgo civil; cuando uno revisa lo que está sucediendo en América Latina, encuentra que ante un pasivo de profesionalismo de las policías hemos incurrido, varios países latinoamericanos han incurrido, en una especie de militarización de las policías y eso realmente produce mucho daño.

“Un policía no es un civil ni es un militar, es fundamentalmente un policía que obedece al mandato político del gobernante en un estado de derecho. Por tanto, una manera de asegurar que haya menos equívocos a la hora de participar del proceso penal y no violentar el debido proceso tiene que ver con esos dos liderazgos”, puntualizó el general colombiano.

Desde el miércoles no hemos sabido nada más de la gendarmería.

Algo no cuadra.

No es la primera vez que esta discusión de la gendarmería se enreda. Ya había habido un entuerto entre el comisionado Mondragón y la Secretaría de la Defensa respecto a si ya se estaban entrenando algunos elementos o no. Nadie sabe en qué quedó.

Es notable el silencio del secretario de Gobernación —jefe de Mondragón— en el asunto.

Algo, insisto, no cuadra.

Ya tuvimos un secretario de Seguridad Pública que más de una vez actuó por la libre. No nos fue bien.

En una administración como la de Peña Nieto obsesiva por el control y el orden cuesta trabajo explicar lo que está sucediendo alrededor de un proyecto tan grande y de tal relevancia.

Twitter: @puigcarlos

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