Hace un par de semanas relaté aquí el extraño caso de la empresa mexicana EccoSport y su triunfo en todos los tribunales mexicanos contra Ford en la disputa por la marca EcoSport, que usa en su popular camioneta. Le conté que, curiosamente, el director de IMPI desde enero, Miguel Ángel Margáin, había sido el abogado de Ford y que apenas en agosto pasado, desconociendo una decisión de la Corte, el IMPI había vuelto a otorgar a Ford la marca que los tribunales mexicanos le habían negado.

Le conté que con el pretexto del “conflicto de interés” Margáin prefirió no hablar conmigo del asunto y me pasó con el director adjunto, Alfredo Rendón Algara, quien ante un par de preguntas específicas sobre el caso me pidió “un par de  minutos” para darme respuesta. Me quedé esperando. Pero seguí preguntando. 

Otro de los muchos clientes del bufete donde Margáin fue socio hasta diciembre es la empresa Grupo Mabe, que lleva años en litigios de propiedad intelectual con Kimberly. Mabe, empresa mexicana de Puebla, hace pañales.

Tengo en mis manos un correo de la directora Divisional de Patentes del IMPI, Nahanny Canal Reyes, del 5 de marzo de este año dirigido a los subdirectores de su área que dice: “Asunto: Apoyo a Grupo Mabe-Mabesa. El día de hoy el Lic. Margáin y yo tuvimos una reunión con dicha empresa en donde nos expusieron su filosofía y logros, así como al estrategia para el presente año: presentar más de 15 solicitudes para sus proyectos.

De manera que el Lic. Margáin les ofreció todo el apoyo de la DDP (Dirección Divisional de Patentes). Por favor, cuando dicha empresa busque contacto para cualquier cuestión, responder de forma inmediata con copia a mí. Muchas gracias y saludos, Nahanny” (debajo de su nombre el logotipo de la Secretaría de Economía y el IMPI).

Por cierto. Hasta que Margáin la nombró en el IMPI, Nahanny Canal Reyes estuvo acreditada ante el mismo instituto como representante legal de Grupo Mabe. Sí, el mismo para el que pide apoyo. 
Ayer iba a volver a llamar al IMPI para pedir una explicación al respecto. Pero me imaginé que por razones de “conflicto de interés”; ni Canal Reyes ni Margáin podrían discutir conmigo el asunto.