Otra que le va a salir mal a Cuauhtémoc Cárdenas
Si el objetivo en marzo era presidir el PRD, Cuauhtémoc fracasó. Si el de hoy es realmente derrocar a Navarrete, creo que fracasará de nuevo.
Hace no tanto, el 7 de marzo, pregunté aquí ¿a qué regresaba Cuauhtémoc Cárdenas? El ingeniero había soltado por aquellos días la idea de que podría ser el presidente del PRD, si los perredistas lo postulaban candidato único.
Era obvio que una mayoría en el partido no lo acompañaría. Cuauhtémoc insistió sin mucho brío. Al final, no fue candidato, no impidió el triunfo de Los Chuchos y, lo más delicado, entusiasmó a pocos en el PRD.
Era lógico. Cuauhtémoc no ha tenido gran peso en el partido desde sus pronunciamientos severos y pulcros en la crisis de los videoescándalos, hace más de 10 años. No pintó en la era lopezobradorista, 2003-2012.
No ha pintado después. Incluso, en la oportunidad que significaba la oposición a la reforma energética optó por moverse a una ostensible distancia del PRD.
¿A qué viene ahora su ofensiva para pedir la renuncia del presidente Carlos Navarrete, elegido hace unas semanas? ¿Desde qué zona del partido acusa al PRD de pérdida de credibilidad y una grave situación de postración? En menos palabras, aparte de lustre, ¿qué le ha dado Cuauhtémoc al PRD en la última década?
Navarrete, por supuesto, me dijo ayer que no renunciará y que está muy sorprendido por la embestida del ingeniero Cárdenas: “Me llama la atención su visión tan pesimista sobre lo que está pasando en el partido”.
Si el objetivo en marzo era presidir el PRD, Cuauhtémoc fracasó. Si el de hoy es realmente derrocar a Navarrete, creo que fracasará de nuevo.
Dos de dos en un año. Dos muy visibles. Mala marca para un personaje de su incontrovertible talla histórica.