Pagar... te duele
Busca a un asesor que se enfoque en las estrategias que va a realizar para tu empresa y de las propuestas que tenga él para ti
Si algo nos cuesta trabajo es pagar. No importa el rubro del gasto, o si es impuesto, capacitación, salud, mejoras o lo que sea.
Pero entre los más duros se encuentra pagar a un asesor de cualquier tipo. No nos enfocamos al problema que resuelve o nos ayuda a mejorar, sino en el pago que éste implica. Lo que sí es un factor importante es la relación costo beneficio para evitar que nos “duela” más al momento de desembolsar ese dinero. Pensemos en el beneficio que nos va a dejar para cambiar nuestra mentalidad empresarial y darle a cada quien su justo lugar. Así como nosotros somos especialistas en algo, los demás profesionistas lo son en otros temas. Por eso hoy te propongo 5 puntos para ayudarte a la hora de elegir entre un asesor y otro:
1.- Especialidad.- Fíjate bien si la especialidad de tu asesor es la que realmente necesitas. Además es necesaria la comprobación de las credenciales de dicha especialidad y que no te engañen con organismos inexistentes o que no son reconocidos por su calidad.
2.- Experiencia.- Más sabe el diablo por viejo… La experiencia es algo que enriquece los momentos vividos y la suma de actos que te han servido de lección en la vida, tanto personal como profesional. Así es que considera eso importante cuando elijas.
3.- Preguntas.- La cantidad de preguntas que realiza un asesor al principio de una entrevista contigo es realmente importante. Nadie puede pasar una propuesta o una estrategia a tu medida si no conoce a tu empresa y el objetivo que persigues en ese asesoramiento.
4.- Casos de éxito.- Una revisada al pasado de sus acciones sería buena, pues, así como puedes encontrar casos de éxito, también puedes encontrar conflictos en relaciones comerciales anteriores. No pases nada por alto. Mucha información está en internet.
5.- Enfoque.- Busca a una persona que se enfoque en las estrategias que va a realizar para tu empresa y de las propuestas que tenga él para ti, no en alguien que critique a la competencia y se dedique a hablar de otras personas y otros casos.
Recuerda que un buen asesor se interesa en ti y en tu situación empresarial, pero mucho más en resolver tu caso. No te crees expectativas, mejor analiza adecuadamente y recuerda que las palabras se las lleva el viento. Porque pagar… te duele.