Para López Obrador.. en bandeja de plata
Obrador y Cárdenas van a encabezar la gran batalla anti privatizadora —aduciendo, además, que Pemex va bien.
Una buena causa, eso es lo que pedía López Obrador, cuyos bonos iban a la baja Y, miren ustedes, ni tardos ni perezosos le hemos servido en bandeja de plata la cruzada de la reforma energética para que el hombre se lance de inmediato al ruedo y, transformado en fogoso defensor del “patrimonio de todos los mexicanos” —digo, quién no va a querer que le protejan sus cosas—, convoque a las masas y que sea precisamente ahí, en las calles, donde se tramiten las leyes y no en las sesiones celebradas en nuestro Congreso bicameral.
¡Al diablo pues con los diputados y los senadores! Si los dejamos a su aire van a perpetrar el “robo del siglo”, ni más ni menos. Ah, y la lucha es lo suficientemente trascendental como para que participen en ella, codo con codo, personajes de la talla de don Cuauhtémoc Cárdenas, independientemente de los posibles distanciamientos ocurridos en el pasado, de las traiciones, los menosprecios y las puñaladas traperas (su pupila Rosario Robles, que fue una de las primerísimas víctimas de la embestida del actual amparador de la riqueza petrolera, es miembro del actual gabinete de Peña Nieto, de manera que uno puede suponer que ya nada importa realmente).
Y así, arropados por intelectuales y artistas afines a la causa, Obrador y Cárdenas van a encabezar la gran batalla anti privatizadora —aduciendo, además, que Pemex va bien, que puede solventar sus pasivos laborales con las manos en los bolsillos, que no necesita de aviesos inversores ansiosos de cosechar utilidades, que puede explorar y perforar y procesar y refinar como le venga en gana— sin explicarnos a los comunes mortales la razón por la cual la empresa paraestatal no ha logrado, justamente, limpiar la casa. ¡Adelante, los prohombres!