Participación Política

Veamos el significado de política(o), si lo buscamos en un diccionario, el término general, respeto...

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Veamos el significado de política(o), si lo buscamos en un diccionario, el término general,   respeto; sin embargo, en la actualidad el término está bastante desvirtuado, se le vincula a corrupción, a mentira o es un insulto. Pero si vemos sus orígenes, quizá nos comprometamos más a participar en esa actividad.

En la Grecia clásica estaban los politikós y los idiotikós. Los primeros eran los ciudadanos (hombres nativos, libres y dueños de tierras) con plenos derechos políticos, que se interesaban por los asuntos del Estado y participaban en los juicios, ocupando magistraturas o desempeñando cargos. Los idiotikós, en cambio, (idio significa propio) eran los que se ocupaban sólo de sus intereses particulares o privados. 

Grecia estaba formada por ciudades autónomas y soberanas llamadas polis. Allí surgió la democracia como doctrina política en la que el pueblo intervenía y participaba en el gobierno. En tal punto, coincidieron en que todo asunto del Estado era asunto de los ciudadanos. Así, se distinguieron a los politikós de los idiotikós o idiotas.

Entonces, entendiendo los dos conceptos importantes, ¿por qué decidimos dejar el rumbo de nuestro país en unas cuántas personas? ¿Por qué la mayoría de nuestros “politikós” se han vuelto unos idiotikós? ¿En qué momento los intereses públicos se convirtieron en intereses privados? ¿Por qué tanta apatía de las nuevas generaciones para participar en ella?

El desinterés, apatía o rechazo de los jóvenes mexicanos hacia la política es resultado no sólo de la disfunción propia del sistema político actual, sino también del bajo nivel educativo, de la ausencia de espacios democráticos adecuados para su participación y de la desconfianza generalizada consecuencia de una historia que muestra traiciones, corrupción, falta de transparencia y rendición de cuentas, leyes amañadas, simulación, impunidad e ineficacia de las instituciones públicas.

Los jóvenes escuchan y ven que muchos de esos aspectos negativos de la política se repiten con rostros diferentes, en niveles diferentes, en partidos diferentes, en cargos públicos diferentes, pero en un alto porcentaje, de la misma manera, es por lo que se abstienen de participar en política o en temas públicos por considerar que esto “nunca cambiará”.

¿Qué se necesita para cambiar la forma en que se hace la política? ¿Cómo podemos incluir a más personas en ella? ¿Qué diferencias hay entre un país participativo y nosotros? Muchas podrán ser las respuestas, pero sin lugar a dudas, hay una que sobresale: La Educación.

Nelson Mandela decía que “la educación es el arma más valiosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Y yo diría que la Educación Política es la que nos dará el cambio que necesitamos para tener el México que queremos.

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