Los ‘chilpayates’ del poder (1)

A pesar de contar también con una prominente carrera política, el hijo de Lázaro Cárdenas, Cuauhtémoc, nunca logró ser Presidente de la República.

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Muchos quieren, pero no todos pueden. Y es que en México, el poder político es un bien inmaterial que muchos creen que pueden heredar, aunque muy pocos son aquellos que, provenientes de padres con prominentes carreras políticas, han podido alcanzar o superar lo logrado por sus antecesores.

De acuerdo con una recopilación efectuada por el portal informativo “7/24”, que reproduce esta columna, el primer caso sería el del general Lázaro Cárdenas del Río, presidente de México de 1934 a 1940. Ex gobernador de Michoacán, secretario de Gobernación, secretario de la Defensa Nacional después de haber sido Presidente, secretario de Guerra y Marina, y presidente del Partido Nacional Revolucionario (PNR), antecedente inmediato del PRI.

Destacó, entre otras cosas, por llevar a cabo la reforma agraria, la creación de los “ejidos”, la expropiación petrolera y la creación del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Es recordado por “arrancar” el petróleo de manos británicas y norteamericanas a pesar de la molestia internacional. Se le apreció como un presidente que estuvo cercano a las necesidades del pueblo mexicano.

Su hijo, Cuauhtémoc Lázaro Cárdenas Solórzano, intentó seguir sus pasos. Fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y es considerado el principal líder moral de la izquierda mexicana. Fue el primer Jefe de Gobierno del Distrito Federal electo por votación, y tres veces candidato a la Presidencia de México. A pesar de contar también con una prominente carrera política, nunca logró ser Presidente de la República, y hasta el momento ningún candidato de izquierda lo ha logrado.

El poder político de Cárdenas Solórzano se vio aún más diluido en su hijo, Lázaro Cárdenas Batel, quién fue gobernador de Michoacán, legislador local y federal, y funcionario al interior del PRD. Cárdenas Batel desapareció por completo de la escena política.

El siguiente en la lista es Miguel Alemán Valdés, ex gobernador de Veracruz. El general Manuel Ávila Camacho sacó a Alemán de la gubernatura para hacerlo coordinador de su campaña presidencial. Tras hacerse presidente, Ávila Camacho lo convirtió en Secretario de Gobernación y en el siguiente sexenio fue candidato y luego Presidente. Miguel Alemán ejerció el cargo a partir de diciembre de 1946.

Su hijo, Miguel Alemán Velasco, político prominente, aunque también fue gobernador de Veracruz, enfocó más su desarrollo profesional en el ámbito empresarial. Fue senador de la República y miembro de la dirigencia nacional del PRI, pero aunque aún vive, nunca llegó a ser Presidente de México.

Otro caso destacado es el de Carlos Hank González. Reconocido maestro de primaria y político mexicano, miembro del Partido Revolucionario Institucional, presidente municipal de Toluca, gobernador del Estado de México, regente de la Ciudad de México y titular de las secretarías de Turismo y de Agricultura durante el salinismo. Hank González era conocido como el líder del Grupo Atlacomulco.

Su heredero más connotado es Jorge Hank Rhon, empresario y político del PRI. Ha sido presidente municipal de Tijuana y candidato a gobernador de Baja California. Es dueño de la cadena de casinos Caliente y también del equipo de fútbol de primera división, los Xolos de Tijuana. Ha sido señalado por probables nexos con el narcotráfico y la delincuencia organizada.

Pero está muy lejos de tener el poder político que logró su padre.

Siguiendo con esta línea del Estado de México, hay una veta muy interesante ligada al mismo grupo, una auténtica carambola de tres bandas: la familia Del Mazo. En primer lugar, Alfredo del Mazo Vélez, gobernador del Estado de México de 1945 a 1951. Luego viene Alfredo del Mazo González, también gobernador del Edomex entre 1981 y 1986, secretario de Estado, funcionario público, candidato a Jefe de Gobierno del DF y frustrado candidato a la Presidencia de la República.

Su hijo, Alfredo del Mazo Maza, parece compartir esta mala suerte o quizá un poco peor, pues fue fuerte aspirante, frustrado, a la candidatura para gobernador del Estado de México, pero Eruviel Ávila se la arrebató de las manos. Del Mazo Maza fue presidente municipal de Huixquilucan en 2010, titular de Banobras con Enrique Peña Nieto ya como presidente, y actual candidato a diputado federal. No ha podido lograr al menos lo que hicieron su padre y abuelo: ser gobernador de su estado natal.

Pero aquí viene el poder de la herencia política. Fue el sobrino de los Del Mazo, Enrique Peña Nieto, quien logró capitalizar la herencia política y darle al grupo Atlacomulco el orgullo de tener a uno de los suyos en la silla presidencial. El padre de Enrique Peña Nieto es Enrique Peña del Mazo, familiar de Alfredo del Mazo González, y su madre, María del Perpetuo Socorro Ofelia Nieto Sánchez, era hija de Constantino Enrique Nieto Montiel, familiar de Arturo Montiel Rojas, ex gobernador del Estado de México y también del mismo grupo Atlacomulco. (Continuará).

Amiguitos y amiguitas, ya saben: sugerencias para que el ADN político de los “herederos del poder” tenga más de honestidad que de fraudulencia, enviarlas a [email protected] y/o [email protected]

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