El jueves pasado en Davos, durante la sesión de preguntas y respuestas posterior a la conferencia magistral del presidente Peña Nieto, el presidente y fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, le preguntó al mandatario mexicano cuáles eran sus planes para que la seguridad ya no fuera el tema en el que los medios de comunicación del mundo se enfocaban al hablar de México. Un día después, durante su última conferencia de prensa del viaje, se le volvió a preguntar por el tema.

En ambas ocasiones el Presidente explicó las acciones gubernamentales en dos partes: una estructural y otra operativa. 

La estructural, a su vez, la dividió en tres: 

La reforma al sistema de justicia penal que tendrá que estar implementado en todo el país para 2016 y que, dijo el Presidente: “permitirá contar con un sistema de justicia mucho más expedito y (que) asegure la aplicación de la ley”.

En segundo lugar mencionó la nueva Fiscalía General de la República de carácter autónomo. Y en tercer lugar: “Los esfuerzos que ya se hacen para lograr la consolidación de mandos único en las entidades federativas y que eventualmente esto llegue a inscribirse en ley”.

La fiscalía autónoma es asunto de reciente aprobación, dudo que haya siquiera un borrador que apunte de qué se podría tratar. Al mismo tiempo que seguramente eso aplazará o de plano enterrará la muy prometida y nunca terminada reforma estructural de la PGR que, en palabras del procurador Murillo, recibieron devastada.

Respecto al mando único y el importante apunte del Presidente de la necesidad de “inscribirse en ley”, tampoco se sabe de una iniciativa para cambiar el 115 constitucional para legalizar y hacer efectivo el “mando único”. 

Si añadimos que la estrategia en Michoacán acaba de dar un serio vuelco que necesitará de meses para probarse efectiva y que apenas mañana martes se anuncia la estrategia antisecuestro del sexenio…Tal parece que el gobierno ha comenzado el año repensando todo lo que ha hecho en materia de seguridad. 

Y que una estrategia de comunicación, o la mucha coordinación, no fueron suficientes.