La peor final de la historia
El presidente del América salió a decir: “los rumores no nos van a desestabilizar”. Algo un poco triste pero necesario porque, la verdad, lo único atractivo de esta final son las truculencias que se dan en Coapa.
Con el corazón en la mano me pregunto qué puede estar más aburrido que la final del panbol mexicano, entre dos equipos que les gusta cultivar el cero-cero: ¿los chistes de Eugenio Derbez?, ¿la enésima promesa del PRD sobre la probidad santoral de la que gozarán sus candidatos, sobre todos los improbables que vengan de la ciudadanía?, ¿que la cosecha de infiltrados podría acabarse ahora que en las marchas solo se aceptarán manifestantes con ISO 9000?, ¿que los Abarca de la Parca se la estén pasando de pocas tuercas cual si fueran las víctimas triunfantes de una historia como no hay otra igual?
Quizá lo más aburrido sea que el gobierno tenga que dar explicaciones a cada paso que da, y que de todas maneras no le crean. Eso sí que no se vale. Tanto se esfuerza la presente administración por demostrar que los genes del viejo PRI han sido desterrados, para que los sospechosistas de inmediato salgan con sus ánimos desestabilizadores, sembrando la discordia y la inquina en un pueblo que lo que ya le urge es superar todo esto.
Bueno, cómo estará el nivel de las cosas que salió el presidente del América a decir: “los rumores no nos van a desestabilizar”. Algo un poco triste pero necesario porque, la verdad, lo único atractivo de esta final son las truculencias que se dan en Coapa.
Por eso es muy bueno que un alto funcionario, conocedor de los intríngulis en Los Pinos, haya salido a declarar: “No vamos a ceder aunque la plaza pida sangre y espectáculo”.
Y para colmo aparece el exrector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente que, en su calidad de doctor siquiatra, hace un diagnóstico amañado y afirma que la presente administración tricolor ante los grandes dramas nacionales (Ayozinapa, Tlatlaya y un largo etcétera) no ha demostrado ni empatía ni calidez ni sentido de humanidad. Repito, ni que todavía gobernará Calderón donde, en efecto, se pudieron detectar algunas manifestaciones leves de esa clase de comportamiento como en la Guardería ABC, Villas de Salvárcar y Ciudad Juárez.
No puede ser que De la Fuente, quizá solo para sacar de onda a quienes con gran valor y sentido de la reflexión han defendido vigorosamente las estrategias y protocolos gubernamentales, remate alegando que todo ha sido cálculo político.
Si así fuera el campeonato no lo disputarían América-Tigres, cuya cortina de humo no alcanzaría a tapar ni una muela.
No la amuelen.