“Conéctate al hueco o sumidero, así te ahorras el costo de la construcción de una fosa séptica que, además, tienes que estar vaciando cada determinado tiempo y eso cuesta”, era más o menos la frase muy recurrente entre la gente hace muchos años en la zona norte de nuestro Estado, ante la ausencia de una red de drenaje en la mayor parte de las manchas urbanas y reglamentos de construcción nada estrictos; aunado a ello, la gran corrupción imperante. No dudo que la frase siga siendo usada hoy en día en algunas zonas del Estado y en el resto de la Península. Una práctica habitual incluso entre hoteleros, restauranteros y otros empresarios. Hasta hace poco, era común ver los tubos de PVC salir de muchas casas y desaparecer en algún punto de la propiedad o en lotes baldíos aledaños.

Hoy, poco a poco, el precio de tan dañina práctica la estamos pagando; y es que después de décadas de contaminación de nuestro subsuelo, la naturaleza no lo puede soportar más y por algún lado tenía que rebosar: Nuestras hermosas playas.

Tan sólo en la sección de playa, a la altura de la colonia Colosio, en Playa del Carmen, el olor nauseabundo de aguas negras se deja sentir cada vez con más frecuencia. Huele mal; y eso los bañistas que acuden a esa zona lo saben. La otrora “arena blanca como talco” bajo el agua ha ido cobrando, poco a poco, una consistencia lodosa y maloliente, cosa que hasta hace unos diez años no era posible ver ni sentir. Playa del Carmen (Cancún, Tulum y demás) creció sin control, a un ritmo acelerado, sin gobernantes estatales ni municipales con una visión ambientalista; sin la menor idea de lo que por debajo de nosotros se cocinaba. Hombres ávidos de poder sin una visión futurista. El bello mar que baña nuestras tierras es de lo que vivimos y hemos vivido, y es la parte que más se ha descuidado.

Es importante que los gobiernos en sus tres niveles comiencen a trabajar en políticas ambientales más estrictas para reparar parte del daño que se ha ocasionado a nuestro medio ambiente, y evitar otros.

Drenaje en colonias

Los nuevos fraccionamientos en Playa del Carmen, como Villas del Sol, por poner un claro ejemplo, muy pronto padecerán problemas graves relacionados con las aguas negras si no se actúa de inmediato. 

Las constructoras han usado materiales de muy pobre calidad, y las tapas de los registros de aguas negras de PVC se rompen al paso del peatón. Es increíble que el fraccionamiento siendo relativamente nuevo esté deteriorándose a un ritmo acelerado. 

Piedras, palos y basura en general, caen ya sea de manera accidental o deliberada en los accesos al drenaje que se encuentran ya descubiertos sobre las aceras. El mismo caso presentan las tapas de los registros de agua potable hechos de plástico y a nadie parece importarle. Ni al vecino.