El miércoles 20 pasado, se reunió un grupo de colaboradores de Milenio Novedades para celebrar la consolidación de uno de los proyectos editoriales más ambiciosos de los últimos años en Yucatán: la sección de opinión de este periódico denominada “El poder de la pluma”.

Más de 40 participantes en la tarea de poner las ideas al servicio de la sociedad y hacer públicos sus pensamientos –con todo lo que implica esta decisión: lo publicado es público y está sujeto a la crítica y hasta la diatriba y la ofensa-, aparte de departir amenamente, tuvieron la oportunidad de hablar sin cortapisas de esto que ya es una realidad.

A quien esto escribe le dio una gran satisfacción la claridad con que personalidades de todos los ámbitos del quehacer humano expusieron sus opiniones, como no podía ser de otro modo tratándose de profesionales de primera línea. A la vista de lo acontecido, cobra más relevancia el acierto de la empresa Novedades de Mérida, editora de Milenio Novedades, al dar cabida en sus páginas a esta variopinta, plural manifestación de la inteligencia.

También, como no podía ser de otra manera, hubo discrepancias, puntos de vista diferentes, propuestas –y reclamaciones- para mejorar lo hasta hoy realizado. Y esta parte es la que me interesa destacar, puesto que sirve más a los inteligentes una buena llamada de atención que el elogio desmedido.

Todavía ayer, con la claridad que se le reconoce, el maestro Luis Pérez Sabido hizo observaciones respecto de lo que no le gustó. Eso es bueno siempre y se agradece más. Y aquí quiero discrepar del dramaturgo: la palabra tándem sí estuvo bien empleada en el título de la nota publicada el viernes. Se usó en sentido figurado y da a entender que se trata de un grupo heterogéneo que empuja hacia un mismo lado, aunque no todos piensen igual ni lo hagan con energía pareja.

Con “El poder de la pluma” todos ganamos, pero gana más la sociedad. Salud y larga vida.