Poesía es su mirada, es su voz

Pero es que prefiero morir a no volver a perderme con sus dedos recorriendo mi espalda.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Poesía, poesía no son mis palabras o la tinta sobre el papel, poesía la intensidad de su mirada con la que desnuda y abrasa mi piel, que detiene el tiempo, que me suspende un momento, uno eterno.

Poesía, poesía su cuerpo aprisionándome contra la pared, sin dejarme ir, sin dejarme opción de huir o de gritar o de llorar, manteniéndome aterrada, paralizada, encantada. Poesía el rastro de veneno que dejan sus labios sobre lo terso de mi piel.

Y en ese camino, me voy abandonando a mí misma, mientras me consume, mientras me olvida, perdiéndome en su sonrisa secreta y ahogándome en su lado perverso, amargo y austero, que me fascina, que me lastima, que odio y que amo al mismo tiempo.

Pero es que prefiero morir a no volver a perderme con sus dedos recorriendo mi espalda, o volver a sentir sus labios sobre mi cuello, prefiero morir a que me deje ir.

Y muriendo cada noche, es como descubro entre sueños la poesía en su cabello enredado entre mis dedos, mientras me recorre hasta la conciencia, seduciéndome hasta la impaciencia hasta dejarme exhausta, hasta la incoherencia, pues poesía no son mis palabras, poesía sus besos, su abrazo o su mirada, poesía su voz, poesía él.

Lo más leído

skeleton





skeleton