Política felina

Lamentablemente la “grillita” ha perjudicado brutalmente a los Leones de Yucatán que durante las últimas tres temporadas han navegado a la deriva.

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Muchas personas pensarán que una muestra de la politiquería barata sólo se encuentra en los partidos políticos. No necesariamente. Ahora la grilla interna está en la famosa “madriguera” del equipo de béisbol Leones de Yucatán. 

A principios de la temporada todo pintaba color de rosa. La directiva que comanda Mario Ceballos, junto con el aval del propietario de la escuadra, Gustavo Ricalde Puerto, y la gerencia deportiva al mando de Juan José Pacho, anunció con bombo y platillo al nuevo manejador: Daniel Fernández, ex jugador de los Diablos Rojos del México, un símbolo de ese legendario equipo. 

El equipo tuvo un gran comienzo. La mayoría de los bateadores le entraron duro a los sencillos, dobles, triples y cuadrangulares; y el pitcheo, bastante respetable.

Pero en menos de un mes, toda la situación cambió drásticamente. El equipo agarró una racha perdedora y al cabo de un tiempo Daniel Fernández fue despedido una madrugada, cuando acababan de ganar un partido en el parque Kukulcán. Todo quedó en la incógnita. La “chispa” de la politiquería barata volvió a surgir.

La directiva contrató a Marco Antonio Guzmán, “El Buzo”, un exjugador de gran calidad que militó en la Liga Mexicana, casi siempre como un receptor de categoría. Sólo un mes duró en su encargo. Los resultados fueron, realmente, malos, y también fue despedido en las mismas misteriosas circunstancias que su antecesor: de madrugada y con un triunfo en el bolsillo. Y nuevamente el rumor de la “grilla” en torno a la escuadra selvática.

PRIMERA CAIDA.- Al interior de los Leones de Yucatán hay una política interna que, cada vez que no se ajusta a las circunstancias de los interesados, sale a relucir con una fuerza asombrosa que hasta envidia le produciría a priistas, panistas y perredistas, muy acostumbrados a armar líos en lugar de buscar soluciones a los problemas. Lamentablemente esa “grillita” ha perjudicado brutalmente a los Leones de Yucatán que durante las últimas tres temporadas han navegado a la deriva, algo similar al PAN después de su derrota en las elecciones federales del año pasado y con un dirigente nacional, Gustavo Madero, más preocupado en cuidarse de los golpes de sus propios correligionarios que enderezar el rumbo de los panuchos.

SEGUNDA CAIDA.- Hay varios nombres que han surgido en las polémicas de los Leones. Se menciona que hay mucha influencia del coach Roberto Pérez, el desconcierto de Mario Ceballos y una atonía y mano blanda de J.J. Pacho. Que también hay jugadores que, con tal de no perder sus privilegios, se agrupan como tribus salvajes, hordas, muy parecidos a los grupúsculos del PRD en donde todos se tiran contra todos. 

TERCERA CAIDA.- En los Leones de Yucatán hay veteranos militantes que sólo viven del erario, en este caso particular, y que ya están considerados como “dinosaurios” dentro del plantel. Por lógica, esos bichos tiran coletazos y dentelladas contra las personas que quieren renovar al conjunto. Nada raro. Así sucede en el PRI.

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