Por el camino de Santiago
En el barrio existen más de 14 galerías y centros culturales y se realizan múltiples actividades.
Con esta sugerente denominación se habla del recorrido que puede hacerse por nuestro entrañable barrio de Santiago en el Centro Histórico de Mérida, evocando con un guiño el magno trayecto físico y espiritual de la ruta de Compostela. Nuestro Santiago, un microcosmos, se nutre de vecinos que viven o trabajan en él, pues son las personas el corazón de la vitalidad urbana.
En el barrio existen más de 14 galerías y centros culturales y se realizan múltiples actividades que hacen vivible la ciudad. El 30 de junio pasado se inauguró en la Galería Le Cirque la exposición Póker de Abstractos, colectivo de cuatro indiscutidos exponentes de la plástica de Yucatán. Gabriel Ramírez Aznar, Celina Fernández Cámara, Jaime Barrera Aguilar y Jorge Roy Sobrino Sierra, con obra reciente que puede adquirirse en la misma galería.
Estará abierta hasta el 19 de julio de nueve de la mañana a dos de la tarde y de las seis a las ocho de la noche. Un paseo por el barrio, un café y una visita a Le Cirque, en la 59 A.
La inauguración estuvo a cargo del presidente del Patronato del Centro Histórico de Mérida, Raymundo Vargas León, quien habló, precisamente, de la importancia de dar vida al barrio, enfoque que encabeza la tarea de rescate que promueve este organismo ciudadano.
En la exposición los pintores, hace mucho maestros consumados, reelaboran su quehacer sobre la misma matriz que les conocemos y los hacen inconfundibles. Gabriel Ramírez imprime en primer plano trazos circulares de colores fuertes, casi autoritario, algo desacostumbrado en su obra de planos y transiciones enfáticas pero más graduadas; en Celina Fernández vemos la madurez compositiva y cromática, sentimientos de pura luz como la de nuestra ciudad; Jaime Barrera orquesta la profundidad entrelazada con arrebatos caligráficos que dicen mucho; y Roy Sobrino, que nos ha acostumbrado a sus cuadros de rica composición, nos asombra con obra actual de sorpresiva simplicidad y vigor cromático.
Le Cirque, espacio cultural alternativo que comenzó como galería, se consolida bajo la iniciativa de su dueño, Jorge Gutiérrez, abarcando desde talleres literarios y teatro, hasta zarzuela. Demuestra lo valiosa que es la presencia de la iniciativa privada en el mundo cultural y la conveniencia de contar con más empresas que llenen creativamente los espacios.
Otra vez Roy Sobrino es impulsor de una iniciativa que esperamos sea replicada. Roy se define pero no se limita: pintor, promotor, editor, gestor y comisario de arte, como reza el hermoso catálogo dedicado a su obra reciente patrocinado por varias instituciones.
Ahora continuará promoviendo la reciente edición del libro “Diez pintores abstractos en Yucatán”, que junto con la exposición ha sido todo un acontecimiento en el mundo de la plástica, con una presentación en la Galería Marco de Monterrey, seguida de un circuito en ciudades como México y Cuernavaca, tarea grande que exige sumar muchas voluntades, que seguramente nuestro Roy hiperactivo conjuntará. Enhorabuena.