Por una Mérida con futuro

Es necesaria la planeación del modelo de crecimiento de los espacios urbanos, ya que, de no hacerlo, le dejan un problema mayor y complejo a las nuevas generaciones.

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Un compromiso ineludible que deben asumir los alcaldes es trabajar, conjuntamente con la sociedad que gobiernan, en la planeación del modelo de crecimiento de los espacios urbanos, ya que, de no hacerlo, como ha ocurrido en el pasado, le estarán dejando un problema cada vez mayor y más complejo a las nuevas generaciones y a los futuros alcaldes. 

Es por ello importante e impostergable contar con los estudios y diagnósticos necesarios que indiquen cómo debe crecer la ciudad para generar y asegurar un desarrollo ordenado y no como ocurre cada tres años en nuestra Mérida; es necesario y urgente asumir el compromiso de trabajar ininterrumpidamente en la definición de un Plan Director de Ordenamiento del Desarrollo Territorial, como marco de referencia para ordenar el crecimiento de nuevos espacios urbanos y mejorar los de la ciudad actual.

Este no es un problema sólo de Mérida, pero en nuestro caso esto se ve agravado por el continuo proceso de inmigración desordenada que afecta los espacios periféricos de la ciudad; por la falta de una planeación a largo plazo y un control urbano justo y equitativo, la ciudad ha crecido desordenadamente y lo que debemos pretender es establecer los mecanismos que permitan tener una expansión urbana organizada y sostenible.

Los escenarios generalmente son dos: densificar la ciudad existente haciendo edificios y ocupando los espacios vacíos, que lo que hacen es encarecer la infraestructura urbana y su mantenimiento, o definir un modelo ordenado de expansión, enmarcado en la conectividad y los servicios integrales a la población. Es urgente densificar los espacios vacíos, desarrollando la normativa que permita su aprovechamiento en bien de todos.

Ya estamos en el umbral del millón de habitantes, con una densidad raquítica, y si no definimos un modelo de crecimiento para los próximos 20 años seguramente  desembocaremos en un daño muy grande para las próximas generaciones en materia de movilidad, de espacios públicos y de servicios. Este plan de expansión deberá decirnos hacia dónde, cómo y cuándo debemos seguir creciendo de manera ordenada, para ir habilitando servicios públicos, vías de acceso y todo tipo de infraestructura requerida en una ciudad equitativa y justa.

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