"Porfa", firmen sus chats

Nadie está obligado a responder un chat. Desafortunadamente muchos creen que sí.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Hay que pedirle un favor a todo aquel que tiene un iPhone y que ha enloquecido con una aplicación muy popular llamada Whatsapp: firmen sus chats. Así de simple.

Apuesto doble a sencillo a que a muchos les ha ocurrido esto: estás en la comodidad de un restaurante, disfrutando tu postre, cuando de repente suena el pitido que te anuncia que ha llegado un chat. Diligente, tomas el celular de la mesa, deslizas hacia la derecha la flechita que dice “slide to unlock” y te encuentras con un chat nuevo:

“Carlos, con el gusto de saludarte, y comentarte que el director de la firma X tiene mucho interés en conocerte y platicarte las soluciones tecnológicas que tiene su firma de consultoría para que las empresas utilicen los beneficios de la nube. Tú me avisas cuándo lo permite tu agenda para coordinar un desayuno, comida o lo que más te convenga.”

¿Quién es? Quién sabe. ¿Cómo se llama? Ni idea. En la parte superior de mi pantalla aparece algún número que inicia con el símbolo “+” y los números “52 55”; lo que me indica que vive en la Ciudad de México. Pero no sé de quién se trata ni por qué se atreve a chatear conmigo como si fuéramos súper cuates. Evidentemente no le tengo registrado en mi lista de contactos, pero él (o ella) sí me tiene registrado a mí.

Whatsapp ha tenido varios problemas por haber diseñado su aplicación haciendo que el iPhone chupe toda la lista de contactos para convertirlos en contactos chateables. Eso hace que alguien que tenga registrado tu mail o algún número vinculado pueda chatearte aunque no le des permiso. Algunos pueden ver una ventaja en eso, pero en realidad es una calamidad, porque no priva autorización de por medio para contactarte y de pronto ya te andan chateando.

Y como no es posible detener la tecnología —tampoco deseable—, la única salida que encuentro para que esto no se vuelva un batidillo tecnológico es adoptar reglas de etiqueta. ¿La más básica? Que cada quien firme su chat. Así, si lo lees pero no tienes registrado a quien te contacta, sabes si le respondes o no.

Nadie está obligado a responder un chat. Desafortunadamente muchos creen que sí, solo por el hecho de que aparecieron las dos palomitas indicando que ya lo leíste. No.

Lo más leído

skeleton





skeleton