El posicionamiento estratégico
Posicionar estratégicamente a un candidato significa diseñar la oferta de modo que logre ocupar un lugar claro y altamente apreciado en la mente del electorado.
Ha comenzado la etapa en la que los partidos políticos definen a sus candidatos a los cargos de elección popular y comienzan a desarrollarse las estrategias para presentarlos ante el electorado como la mejor alternativa.
Los institutos políticos buscarán posicionar la imagen de sus candidatos en la mente de los electores para conquistar su preferencia y lograr el mayor número de votos.
El posicionamiento es el punto de partida de cualquier estrategia competitiva y va enfocado a crear una percepción positiva del candidato. El objetivo básico del posicionamiento es la diferenciación estratégica y parte de la premisa de que lo que no es diferenciado, no es identificado.
Sin embargo, la diferenciación no garantiza una ventaja estratégica, a no ser que el elemento diferenciador sea de significativa importancia para el público objetivo y, de esta manera, el elector pueda percibir un valor adicional de un candidato con respecto a otro.
El posicionamiento es una estrategia competitiva que tiene como objetivo orientar la percepción del electorado hacia donde está la mayor fortaleza o ventaja competitiva del sujeto de posicionamiento. Se sustenta en un concepto único, diferenciado y de alto valor, con el fin de concentrar la atención del público receptor sobre un sólo punto de enfoque.
Si un candidato logra diferenciarse de los otros a través de una característica distintiva que no puedan presentar sus competidores, que sea importante para su electorado, que represente un beneficio altamente valorado por la sociedad y que puede ser comunicado eficazmente a sus electores, logrará un posicionamiento sólido que de inicio lo colocará en ventaja sobre los demás.
Los pasos a seguir para definir la estrategia de posicionamiento son tres:
1) Identificar las diferencias del candidato con respecto a los demás,
2) Aplicar criterios para elegir las diferencias más importantes,
3) Indicarle con eficacia a su público objetivo en qué se distingue de sus competidores.
Por lo tanto, posicionar estratégicamente a un candidato significa diseñar la oferta de modo que logre ocupar un lugar claro y altamente apreciado en la mente del electorado.