PRIenilas, Morenazis y Testigos de AMLOve

Una de las deudas más grandes de las redes sociales para con los mexicanos tiene que ver con la política en general...

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Una de las deudas más grandes de las redes sociales para con los mexicanos tiene que ver con la política en general, tema sobre el cual aún no encontramos la manera de hacerla productiva, útil, y sobre todo, necesaria dentro de nuestra evolución como ciudadanos.

La puntada de un usuario de redes sociales, Rodrigo Escalante, al crear el término “#PRIenials” para identificar a las juventudes tricolores, desató no una oleada, sino un maremoto de críticas en Twitter y Facebook, contrastando las conocidas y poco éticas prácticas del partido político con los “ideales” de los jóvenes priístas.

Sin embargo, entre tanta parodia y burlas por demás tristemente justificadas, hay una frase que resalta de su “postulado” de principios: “…no es cosa fácil, es una lucha a veinte frentes”, palabras que resumen no la visión de los jóvenes del PRI, sino la difícil realidad de las redes sociales por encontrar un lugar en la política. 

Las redes sociales se han encargado de satanizar todo intento sincero (y otros no tanto) de llevar a los 140 caracteres la labor política mexicana. No sólo se han burlado de los #prienials, también de los panistas al traer a contexto los tristísimos y ridículos casos de jóvenes blanquiazules “identificados” con el nacionalsocialismo, al grado de llamar a todo panista #panazi; y qué decir sobre los seguidores de Morena, a quienes sin más se les califica como #Amlovers o “Testigos de AMLove”. 

Este resultado tan poco prometedor de los jóvenes en la política de redes sociales, se debe principalmente a la visión estrecha y parcial de los militantes y al desencanto de los mexicanos hacia la política. “No es cosa fácil, es una lucha a veinte frentes”, así es la política en internet y lo será siempre, porque en la web no hay filtros, moderadores o formas reales de evadir señalamientos, críticas y réplicas; y desafortunadamente, en nuestra cultura política no tenemos capacidad para entender este escenario tan diverso y complicado: escuchamos (y leemos) sobre política no para entender a nuestro interlocutor, sino para atacarlo. 

En tanto no tengamos la capacidad o cultura política para entender que nuestras posturas no significan anular a nuestros contrarios, no habrá estrategia digital que funcione para ningún partido mexicano, y como ejemplo tenemos a Quintana Roo, donde el PRI le soltó la rienda al monstruo de los “cibernautas” y “bots” para arruinar vidas y obras, y tal parece que la estrategia digital que los reemplazó no dista mucho de ello, al utilizar “influencers” y fans de Mario Bautista para inflar ciertos eventos de gobierno. 

Pareciera que nuestros políticos tienen la misma mentalidad que los taxistas respecto a los servicios de Uber: se niegan a soltar las viejas prácticas o en su defecto, permitir la evolución del servicio, a fin de mantener sus privilegios y monopolios, porque, pensándolo bien, sindicatos taxistas y partidos políticos son herencias del corporativismo mexicano, monopolios cuya única misión es sobrevivir a costa de lo que sea, incluso, de las redes sociales. 

Ante este escenario no es de extrañar que los #prienials hayan sido objeto de burla, ganada e inventada, pues aquellos apuestan a que una lavada de cara y ropa hipster sirva como borrón y cuenta nueva para el pasado tricolor, como nosotros tampoco estamos dispuestos a darles una oportunidad o el beneficio de la duda, tal vez porque ese error ya lo cometimos… y en más de una ocasión. 

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