Priistas contra no priistas
El PRI se consolidó electoralmente desde 1975 como la única Universidad para acceder y graduarse...
El PRI se consolidó electoralmente desde 1975 como la única Universidad para acceder y graduarse en el oficio de la política y la alta burocracia, dejando a su oposición el papel de comparsas en los comicios, accediendo a posiciones plurinominales inofensivas pero que permitían a los priistas presumir una democracia bajo su control total, a la usanza soviética.
Cuesta mucho trabajo mencionar cinco o seis políticos talentosos emanados de filas ajenas al PRI. Muchos han sido fenómenos electorales desactivados y ajenos a partidos, como Juan Ignacio “Chacho” García Zalvidea, Don Gastón Alegre López y Gregorio “Greg” Sánchez Martínez.
El ex alcalde perredista de Cancún, Julián Ricalde Magaña, figura como el único personaje no priista con destreza política, aunque no esté muy a gusto como titular de Desarrollo Social e Indígena (Sedesi). Pero su obligada estancia en esta dependencia le otorga mayor experiencia y acceso a otros estratos de población, algo muy útil a la hora de competir electoralmente.
Los priistas siguen predominando a estas alturas del partido; como jugadores argentinos de futbol los tenemos en todas las zonas de juego, activos, moderados o pasivos. Si mencionas a cinco políticos, cuatro de ellos son priistas o lo fueron. Despreciados u ovacionados, pero están en el escenario y marcan agenda.
Este desequilibrio entre priistas y ex priistas contra los no priistas será puesto a prueba en los comicios de 2018, cuando sean disputadas -además de la Presidencia– cuatro diputaciones federales, tres senadurías –una de primera minoría– y 11 presidencias municipales.
El PRI irá con sus candidatos en alianza con el Verde Ecologista, apartando a los traidores de Nueva Alianza que les vendieron muy caro su amor. Pero además contra su voluntad el PRI entregará candidatos competitivos a Morena, entre ellos el fichaje del año: el chetumaleño Eduardo Ovando Martínez.
En el bando de los no priistas destaca el solitario Julián Ricalde Magaña, quien sin duda irá por una candidatura de 2018. El resto de los no priistas no tiene el potencial para colocarse en zona de competencia y difícilmente se fortalecerá en estos meses. Las limitaciones de panistas y perredistas son monumentales.