Primer Festival Internacional de Metales de Mérida
La idea y objetivo de este festival es constituirse como un punto de referencia para los instrumentistas de metal a todos los niveles.
Al momento de salir publicadas estas líneas estará transcurriendo la última jornada de un evento sin parangón en la ciudad de Mérida y, ¿por qué no decirlo?, en Yucatán y todo el sureste mexicano. Me refiero al 1er Festival Internacional de Metales de Mérida, mismo que inició sus actividades el 15 de diciembre del 2013 y que hoy 21 termina con gran éxito.
La idea y objetivo de este festival es constituirse como un punto de referencia para los instrumentistas de metal a todos los niveles, ya que en esta ocasión se presentaron artistas con proyección internacional en sus respectivos instrumentos, tales como Richard Todd, Pacho Flores, Jacques Mauger, Loris Antiga y Erick Fritz, a la par de otros intérpretes nacionales y locales.
A la par de los recitales, lo interesante es que tanto alumnos como participantes tuvieron la oportunidad de recibir clases magistrales, trabajar individualmente con los maestros de cada instrumento, participar en un concurso con dos categorías para dar cabida a profesionales y estudiantes.
Samuel Rafinesque, director del Mérida International Brass Festival, fue la mente detrás de este acontecimiento único en su tipo en nuestra zona geográfica, pues de unos años para acá también se había ocupado de gestionar conciertos de metales en calidad de promotor cultural, trayendo grupos y ensambles de otras latitudes para beneplácito de los melómanos yucatecos.
Samuel toca el corno en nuestra Orquesta Sinfónica Yucatán, cuyos músicos también se sumaron a esta loable iniciativa, con el apoyo del Gobierno Federal a través del Conaculta, el Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Mérida, así como patrocinadores de la iniciativa privada.
Da gusto ver concretado este esfuerzo en conjunto, lo que da muestra de la importancia de la gestión y promoción cultural incluyente, pues cuando se involucra a instituciones culturales y capital humano de todos los niveles, el resultado redunda en toda la sociedad, que finalmente es la beneficiada al poder escuchar la tan necesaria música de las esferas, material intangible esencial para todos los seres humanos.
¡Enhorabuena!