Ayer fue el Día Internacional del Hombre y el Día Internacional del Inodoro. ¿Coincidencia? No lo creo. De la misma manera que no me parece coincidencia que justo en el momento en que se habla de agentes al servicio de la desestabilización, el licenciado Peña ha decidido hacer pública su declaración patrimonial para demostrar que lleva una vida ciento por ciento juarista de austeridad republicana y desprovisto de conflictos de intereses.

La transparencia es la kriptonita contra los sospechosistas que todo lo quieren trastocar. Ojalá y esta cruzada contra los que quieren desestabilizar a un país como el nuestro, rinda frutos echando por tierra los planes siniestros de quienes no alcanzan a valorar los grandes logros alcanzados a fuerza de tesón.

Recuerdo a esos profesionales de la desestabilización que oía nombrar en mi niñez en los discursos que emergían en blanco y negro en la tele de bulbos. Seres torvos y siniestros que imaginaba cual émulos del padrastro mariguano de Chachita, cuya misión en la vida era arrebatarnos la tranquilidad a la gran familia mexicana. Todo con su tambache de ideas exóticas, desobediencia civil nada pacífca y ominoso sentido crítico. Esa clase de individuos que en aquellos tiempos podrían ser fácilmente confundidos cual canallas al servicio del comunismo internacional —según contaban quienes habían sobrevivido oficialmente a sus oprobios— se comían vivos a los niños y le arrancaban sus propiedades a la buena gente en nombre del proletariado sin cabeza.

Terrible.

Cómo serán de atrabiliarios estos súcubos de la desestabilización que incluso buscan desestabilizarse a sí mismos enviando mensajes por las redes sociales advirtiendo sobre los peligros inherentes a las marchas, mítines y plantones, sobre todo porque ahí hay mucho agente desestabilizador.

 Muy pronto habrá, no quepa duda, un Día Internacional de los Agentes Desestabilizadores, y así como feliz coincidencia, el mismo Día Internacional del Chupacabras.

Gracias a todos estos esfuerzos heroicos de la presente administración, lo que impera en el país, y a pesar de que Banxico bajó la perspectiva de crecimiento, es lo que viene siendo la prístina transparencia. Por eso, para no ser señalado como parte del complódesestabilizador, Navarrete aceptó a regañadientes y casi chillando debatir públicamente con el ingeniero Cárdenas.