La alcaldesa de Puerto Morelos, Laura Lynn Fernández Piña, dio la mejor de las noticias a los habitantes de su municipio: Aguakan se va en definitiva y retorna la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA). Así de contundente el suceso, posibilitado por el reciente nacimiento de esta demarcación desprendida de Cancún, oportunidad aprovechada por una mujer que ha sido una grata revelación política.

El Consejo Directivo de la CAPA aprobó en sesión extraordinaria la creación del Organismo Operador, un puntapié al villano Aguakan que conserva el negocio en municipios como Benito Juárez (Cancún), Isla Mujeres y Solidaridad (Playa del Carmen).

“Los habitantes de este joven municipio sufrieron durante mucho tiempo abusos por parte de la empresa concesionaria a Aguakan, con cobros injustificados y con un mal suministro del vital líquido. Además, la empresa jamás reparaba las calles que dañaba cuando requería abrir zanjas”. Con estas palabras de despedida la alcaldesa verde ecologista de Puerto Morelos dio la bienvenida a la nueva era.

Laura Lynn agradeció el respaldo del gobernador Carlos Joaquín González, quien privilegió los beneficios populares y reaccionó con ese sentido práctico tan escaso en política.

Nueva ofensiva de Carlos Joaquín

Carlos Joaquín abrió fuego este lunes con una durísima ofensiva contra figuras clave del ex gobernador Roberto Borge. Va con todo contra los malos quintanarroenses que exprimieron las arcas, convirtiendo al PRI en un partido maldito que pasará una prolongada temporada con la casaca de opositor, sin autoridad moral para deslizar reproches.

El gobernador es un político metódico, con una agenda que impulsa con cualidades de ajedrecista. Sabe que los manotazos son señales de desesperación lanzadas por jugadores cuya precipitación los arrastra al abismo, perdiendo sus derechos partidistas.

A estos priistas infames se les pasó la mano con las dimensiones de su ataque a las arcas; robaron como sed insaciable, y el nuevo gobierno está revisando cada agresión, documentando los daños a todo el gobierno que fue atacado por virus más letales que el ébola.