Santiago Pacheco Cruz publicó un mito que hasta hoy se cuenta en Yucatán. El relato nos explica por qué el pájaro pujuy o chotacabras sale al paso del caminante en la oscuridad.

Hubo un día en que el Gran Señor, creador de hombres y animales, quiso nombrar un buen rey para las aves y acabar con sus continuas desavenencias. 

El Creador convocó a todas las aves haciéndoles saber su propósito. Se armó el gran alboroto entre ellas y cada una pensó que sería la elegida por el Gran Señor.

El ruiseñor dijo para sí que él sería el escogido por su bello canto. 

El búho pensó que seguramente él sería electo, pues su sabiduría lo distingue entre todas las demás aves.

El pavo de monte imaginó que la más fuerte de las aves sería necesaria como rey para imponer el orden.

El zopilote creyó que sería designado el que vuele más alto para vigilar a todos los demás. “Yo soy”, dijo.

“Seguramente reinará la que grite más fuerte para hacerse oír por todas las aves, y ninguna como yo”, dijo la chachalaca.

“Yo seré el rey”, pensó el cardenal. Mi traje púrpura, por naturaleza, es digno de reyes.

Y así cada una de las aves creía que el asunto estaba ganado de antemano en favor suyo (Continuará).