No veo cómo la muerte de Hugo Chávez no pueda ser vista como una buena noticia desde el punto de vista de lo que le deparará a la economía de Venezuela.

Recuerdo a mis amigos venezolanos, mientras estudiábamos en Estados Unidos, hace más de 13 años, hablándome de cómo no podrían volver a Venezuela por la gradual disminución de las libertades individuales. No volvieron. Se estacionaron en Miami.

La muerte de Chávez llega después de que el precio del barril de petróleo le dio una beca. Enorme, inesperada, gratuita. Bajo su mandato llegó a más de cien dólares, y Chávez se dedicó a administrar la abundancia.

Lo hizo selectivamente, con un discurso socialista confuso, que lo mismo calificaba a Fidel Castro de ser el “padre nuestro” que a los yankees de ser “mi...”.

Hugo Chávez vio en el capitalismo al demonio mismo. Pero lo hizo bajo la lente de una ideología barata y sin solidez conceptual. Solo el reparto caciquil del dinero que obtenía del petróleo le permitió tener adeptos y, bajo esa óptica, nacionalizar desde edificios hasta empresas productoras de lácteos.

La economía venezolana es una tragedia si se le quita el petróleo. La inflación ha llegado a casi 28 por ciento, y aunque la economía creció más de 5 por ciento en 2012 no hay señales de vigor independientes de la industria petrolera.

Más de 90 por ciento de las exportaciones provienen de ella. El comercio bilateral de México con Venezuela está en números exiguos.

Las lágrimas de muchos venezolanos ayer pueden explicarse porque, a pesar de las difíciles circunstancias económicas que podemos medir bajo estándares internacionales, Hugo Chávez repartió poder y dinero.

Los investigadores Mark Weisbrot y Jake Johnston escribieron recientemente en el artículo “Venezuela’s Economic Recovery: Is it Sustainable?”: “Venezuela tiene 500 mil millones de barriles de petróleo, las reservas más grandes del mundo, de acuerdo con estimaciones geológicas de EU.

Sus reservas probadas son 300 mil millones de barriles. Actualmente utiliza mil millones de barriles de esa reserva al año. Venezuela podrá mantener tasas de crecimiento económico sólidas en tanto la estabilidad política se mantenga”.

Pero ya murió Chávez.