¿Qué pensó usted cuando se enteró que El Chapo se había escapado otra vez? Quizá incredulidad por un momento, asombro, y luego un sentimiento de que ya lo esperábamos secretamente, pero no creíamos que se hiciera realidad, ¿no?

Mientras se descubre y se publica la forma en que se escapó, el sentimiento de impotencia, decepción y enojo, aumenta. Ya sabemos que el escape no fue algo sencillo, como escondido en un bote de ropa sucia. Ah no, en esta ocasión fue distinto, espectacular, sin dejar rastro al planearlo, pero dejando un gran rastro al escapar. Y la verdad hay que darle todo el crédito al ingeniero que diseñó tremendo túnel secreto y, por supuesto, a los albañiles que lo hicieron, sin ruido y sin levantar sospechas, aún al perforar el hoyo en la regadera de la celda en la que se encontraba El Chapo, dentro de la prisión de más alta seguridad de México. ¡Nadie se dio cuenta! ¡Nadie escuchó!

Ya salieron las autoridades a decir que ellas siguieron el manual tal cual, que no hicieron nada malo, aunque aceptaron que debió haber alguna corruptela dentro del penal. Bueno, menos mal que lo admiten. Y es que quizá no fue necesario que le dieran todos los privilegios, simplemente con hacer como que no escuchan las máquinas trabajando, como que no ven que hay un edificio en construcción sin permisos cerca del penal, como que no saben que se estaba planeando algo, con eso fue suficiente. 

Y luego uno se pregunta cómo es posible que pasen esas cosas. Cómo es que los funcionarios que no dan resultados siguen en sus puestos tan tranquilamente. Cómo es que los altos mandos, llámese el presidente en este caso, no se rodean de gente más capaz.  Es un círculo vicioso, los funcionarios sólo cambian de puestos, en lugar de que los puestos cambien por completo de funcionarios. No importa si tienen experiencia o no, lo importante es que mantengan su nivel. 

A nivel local, estamos esperando a que se den los nuevos nombramientos, entre ellos de dos secretarías, lo que seguramente no va a pasar antes de que empiece septiembre, que es cuando cambian las administraciones municipales y los congresos local y federal. La pregunta del millón es: ¿a quién estarán esperando? Porque está de acuerdo en que tampoco hay mucho de dónde escoger. 

¿Qué irá a pasar con personajes como Nerio Torres o Jessica Saidén? ¿Y qué irá a pasar con personajes como Mauricio Sahuí, Luis Hevia o Víctor Caballero? ¿Dónde van a entrar todos los diputados que salen y todos los alcaldes que pronto quedarán sin trabajo? Ya faltan poco menos de 45 días para saber quiénes son parte del equipo del gobernador y a quiénes dejarán de lado y en la banca por los próximos tres años. 

Las condiciones del Estado han cambiado, entre la nueva composición electoral y los casos que han indignado a la sociedad, ya no se puede seguir haciendo lo mismo. Las estrategias deben cambiar.