¿Qué necesita México?

Nuestros líderes no motivan y los políticos de la nueva generación, con aspiraciones para las próximas elecciones, deberían tomarlo en cuenta.

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Cuando se hace investigación de campo, hay preguntas que son base y que nos permiten saber qué percepción tienen de los políticos; y también hay preguntas que se deben ir actualizando para conocer a la población, saber cómo es y qué piensa.

Hace unos días, mientras se discutía la Reforma Energética, fuimos testigos de varios desfiguros por parte de nuestros legisladores. Una senadora usando frases ofensivas, un diputado desnudándose, una diputada agrediendo a otra y mandándola al hospital y, por supuesto, la ya conocida toma de tribuna y del Salón de Plenos.

Lo han hecho tantas veces que ya nos parece normal, pero en realidad no lo es. Es vergonzoso, molesto y desmotivante. 

Reflexionando al respecto, recordaba algunas respuestas de la gente, al preguntarle sobre sus políticos… bueno, también son mis políticos, aunque a veces, muchas más de las que quisiera, deseo negarlos. La opinión general, está por demás decirlo, es pésima. Pero el nivel de conformismo que tenemos es muy grande. Todos asumimos que así son todos, que son malos, poco preocupados por el país, corruptos, ladrones y flojos. 

Ya es un círculo vicioso, los partidos han caído en una dinámica de poder y de cuotas (de género o por compromiso) en la que una persona puede llegar a un puesto de importancia porque alguien mencionó su nombre, porque es amigo de la persona a la que pidieron una recomendación o porque es un puesto que se tiene que cubrir y no importa su currículum o ética, siempre y cuando no estorbe en los planes.

Y entonces estamos anclados a gente que no tiene el menor respeto por la política y el servicio público, que no sabe cuáles son sus obligaciones y responsabilidades y que, por supuesto, no le importa más que su próximo puesto y el dinero que se va a llevar a la bolsa. ¿Cuántos funcionarios incompetentes hay en nuestros país, en el estado y en el municipio?

Ah, pero es que es amigo del senador o de la sobrina de la novia del hijo del ex gobernador, quien también tiene un puesto de primer nivel. 

El problema es que no tenemos gente que nos inspire, ninguno de nuestros políticos es un modelo a seguir. No hay uno solo al que los jóvenes quieran imitar. En México nos falta inspiración. Yo le pregunto a usted: ¿a quién admira? ¿Quién lo inspira? Nuestros líderes no motivan y los políticos de la nueva generación, con aspiraciones para las próximas elecciones, deberían tomarlo en cuenta. Ya dejen de usar fotos arregladas con diseños de ondas. Sean buenas personas, respeten sus cargos y sean dignos de la investidura. 

Murió Nelson Mandela y en todo el mundo se lamentó su partida. Mientras celebraban la vida de uno de los hombres más inspiradores del mundo, en nuestro país, uno de nuestros líderes se desnudaba en una sesión del Congreso. ¡Qué extremos!, ¿no cree?

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