En medio del tan controvertido “cierre administrativo” (shutdown) del gobierno de EU, hay una situación que enoja mucho a los opositores a Barack Obama: la Casa Blanca quiere gastarse unos cuantos miles de dólares para explorar oportunidades de negocio en infraestructura en México.

Este plan ni siquiera tiene que ver con las reconstrucciones que se vienen ante las tragedias Ingrid y Manuel. Como si lo hubieran anticipado, el 27 de septiembre se venció el plazo para que consultoras estadunidenses se inscribieran en una licitación de la pequeña pero influyente Agencia para el Comercio y el Desarrollo de EU. Se trata de una dependencia de la Casa Blanca que explora oportunidades de negocios en países socios.

La USTDA, que tiene un presupuesto de 65 mdd anuales para desarrollar estudios y reportes en otros países, pagará 100 mil dólares para que una consultora ayude a identificar los principales proyectos de inversión en infraestructura en México de este sexenio.

Como recordará, hace unos meses el presidente Enrique Peña Nieto presentó el Programa Nacional de Infraestructura, donde prometió una inversión sin precedentes para caminos, puertos, presas, sistemas de comunicaciones, etcétera. Con las recientes inundaciones, el plan no solo sigue vigente, sino que seguro será revisado y ampliado.

Es ahí donde los estadunidenses quieren una parte del pastel y la USTDA le encargará a la consultora que resulte ganadora la llamada Misión Definitoria para México: Guía de recursos para la industria de EU en proyectos prioritarios de infraestructura.

La meta es definir cuáles son los 30 o 40 proyectos más relevantes de Peña Nieto antes, inclusive, de que ésta administración los bautice con un nombre propio. 

Luego la USTDA dará recomendaciones para que las grandes constructoras y firmas de manufactura de equipo, de logística y transporte del país vecino participen en licitaciones con la seguridad de que ofrecerán los mejores términos para ganarlas.

Ahora, aquí hay un tema delicado, sobre todo en estos momentos en que el mundo mira el shutdown del gobierno estadunidense. Y es que los proyectos multimillonarios en los que podrían participar estas empresas podrían tener financiamiento y ayuda de fondos públicos.

Este proyecto lo tienen muy presente los opositores de Obama, quienes lo acusan (eso sí en falso, pues todo esto tiene que ver con oportunidades de negocio) de seguir perpetuando la ayuda a otros países mientras EU enfrenta sus propias situaciones delicadas.