Ante un inicio de campaña anodino, cuyos resultados dejaban mucho qué desear en relación con su objetivo de mantener el poder en Mérida, en el PAN se han hecho cosas “novedosas” en los últimos días, que se apartan de la ortodoxia de los partidos políticos, de manera que, dejando de lado los instrumentos propagandísticos modernas, como los spots televisivos, han tenido que echar mano de los remitidos de prensa.

Lo que puede tener como causas probables la imposibilidad para modificar a nivel local los mensajes y las pautas publicitarias que son administradas por su comité central y la carencia de argumentos y de ideas, de parte del candidato y su equipo, que los pudieran auxiliar para convencer a los electores sobre la necesidad de apoyar la continuidad panista que, salvo una breve administración, ha durado ya 25 años.

Y es que Vila, a diferencia de Renán, no contaba con el recurso inefable de culpabilizar a la administración pasada de todas las carencias e inconvenientes que los ciudadanos de la capital yucateca tienen que soportar en su vida cotidiana.

A partir de un remitido del alcalde siguieron una serie de remitidos  en los que participaron  los altos cargos del Ayuntamiento, los regidores del PRI, una diputada del PAN que dio su apoyo público a Ana Rosa Payán, su exgobernador y funcionarios del PAN, hasta llegar a una verdadera “innovación” en materia publicitaria que consiste en la publicación de dos medias planas idénticas en cada periódico con fotografías de personajes del PRI.

Claramente la intención de los dirigentes blanquiazules es en primer lugar denunciar al Poder Judicial, la Suprema Corte de Justicia incluida, de participar en un compló para mermar los recursos del Ayuntamiento y exhortar a los panistas a defenderlo.
Previamente el CDE del PAN se había declarado en quiebra y solicitado un préstamo millonario a los bancos para, según ellos, solventar los cierres de campaña. El mensaje parece claro: Ayuntamiento quebrado y PAN quebrado o, a buen entendedor: el Ayuntamiento no puede proporcionarle fondos al PAN para su campaña. Ya veremos si da resultado hacerse pasar por víctima y exacerbar la ira para ganar.

Abandonar todas las demás candidaturas para cobijar exclusivamente a Vila, en mi opinión, es sintomático de que el PAN está seriamente preocupado por la gran aceptación que Ana Rosa Payán ha alcanzado entre los ciudadanos, hastiados de los partidos políticos tradicionales, dividiendo entre  tres a los electores. Así como del buen desempeño de Nerio Torres que, habiendo iniciado con una base de 180 mil votos de las elecciones pasadas, ha sustentado su campaña en un arduo trabajo cara a cara con los electores y en el fortalecimiento de la estructura electoral partidista.

¿Cuál de las estrategias obtendrá el triunfo? Falta poco para saberlo.