¿Quién combate al narco?

El gobierno federal fue retirando sus tenazas del crimen organizado, y su PGR sirve de tapete a los cárteles del narcotráfico que se han multiplicado...

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El gobierno federal fue retirando sus tenazas del crimen organizado, y su PGR sirve de tapete a los cárteles del narcotráfico que se han multiplicado en destinos turísticos y otras plazas estratégicas. En Quintana Roo estos criminales han sido cada vez más descarados y sangrientos.

El Ejército ha sido enviado a combatir a los narcotraficantes, mientras la PGR se esfuma, lejos de su belicosidad cuando se lanzó contra el gobernador priista Mario Villanueva Madrid, a principios de 1999, denunciando la presencia del Cártel de Juárez y su presunta complicidad con políticos y empresarios, con Villanueva como su presa prioritaria.

Después de perseguir y capturar a Mario Villanueva el gobierno federal abandonó el combate al narcotráfico. Pero hay que resaltar la motivación política teledirigida de esta ofensiva que se concentró en el selecto círculo de colaboradores del priista chetumaleño a quien no le demostraron un solo nexo con el narco.

Sin ser perseguidos, los cárteles de la droga se han extendido desde principios de 2000 en la zona norte, contemplados temerosamente por una PGR que dejó por la paz el tema del narcotráfico, pese a que su combate es responsabilidad mayor del gobierno federal que se ha apoyado en el Ejército tan leal y eficaz.

La razón es evidente: la PGR fue penetrada por el narcotráfico y dejó de ser confiable, de ahí que haya sido desplazada porque su participación en estas tareas equivalía a informar puntualmente al enemigo.

Los zarpazos de los narcotraficantes fueron más agresivos con el paso de los años, y el tres de febrero de 2009 fue ejecutado el General de Brigada Mauro Enrique Tello Quiñones, cuando estaba próximo a ser designado titular de Seguridad Pública en el Ayuntamiento de Cancún, gobernador por el perredista Gregorio “Greg” Sánchez Martínez.

La tortura de Tello Quiñones fue salvaje a la quinta potencia, y con él fueron ejecutados el teniente de infantería Gertulio César Román y Juan Ramírez Sánchez, sobrino de Greg. Los cadáveres esposados y desnudos fueron descubiertos en una camioneta abandonada en el municipio de Lázaro Cárdenas, en la carretera libre Cancún-Mérida.

Y los zarpazos del narco de mil cabezas no cesan, porque el cobro del derecho de piso es otra fuente de ingresos muy jugosa para ellos.

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