¿Quién evalúa a los evaluadores?

La propuesta del actual gobierno, presentada como una reforma educativa, es muy corta en alcances como para poder ser considerada de esta manera.

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Las marchas de maestros en diversos puntos de la república han generado además de innumerables caos viales una polarización de las opiniones con respecto a la postura de quienes participan en ellas, tanto a favor como en contra, un gran número de personas se  sienten airadas por las molestias y perjuicios que les han generado, algunos opinan que si todos en este país de una u otra forma son evaluados en sus trabajos o estudios,  ¿por qué los maestros no lo serían? Esto es algo sobre lo que es interesante reflexionar.

La propuesta del actual gobierno, presentada como una reforma educativa, es muy corta en alcances como para poder ser considerada de esta manera; lo que en realidad está planteando el gobierno es una reforma laboral, por medio de la que pretende quitarle al sindicalismo magisterial todo el poder que a través de los años le permitió acumular, mientras, manipulado o no, fue fiel a sus intereses. 

La llamada reforma educativa intenta vender la idea de que evaluando a los maestros se resolverán en buena parte los problemas educativos del país, impulsando la calidad docente del magisterio. 

Como acertadamente menciona Manuel Gil Antón, el maestro es uno de los elementos del sistema educativo nacional, pero la simple modificación de sus condiciones de contratación, capacitación o laborales no solucionará la problemática. 

Explica con una metáfora esta idea, ejemplificando que si se tiene un camión en deplorables condiciones, que tiene que subir por una cuesta, cuyo camino se encuentra lleno de baches y en pésimas condiciones, no haríamos nada si  intentáramos resolver dicha situación capacitando a los choferes. 

El camión sería el sistema educativo nacional, el camino las condiciones del país y el chofer los maestros. 

La sola capacitación de estos últimos no resolvería la problemática; de hecho, intentos anteriores de capacitación no la han resuelto, es así como Carrera Magisterial fue presentada como un intento de elevar la calidad de la preparación de los maestros y acabó siendo un sistema escalafonario y de incentivos salariales, contribuyendo muy poco a la elevación de la calidad del magisterio.

La autonomía de gestión de las escuelas es un punto delicado, ya que si bien no señala expresamente que las escuelas han de resolver por sí mismas sus problemas de recursos, sí puede llegar a ser interpretada en este sentido y abrir las puertas a que el gobierno federal deje sin apoyo a los planteles. 

Este es un punto en el que han insistido los maestros que se manifiestan de manera constante en diversas ciudades del país. 

Un aspecto fundamental en esta problemática es,  ¿qué se les evalúa a los maestros? Los que hayan presentado un examen de oposición por una plaza docente sabrán que se les evalúa el conocimiento de aspectos memorísticos y algunas habilidades intelectuales, pero aspectos fundamentales como las actitudes no son evaluados. 

¿Cómo se evalúa el compromiso del maestro que viaja largas horas a través de estrechas veredas para llegar a su comunidad? ¿Cómo se está valorando el esfuerzo de los maestros que trabajan sin recursos didácticos, pero con mucho ingenio superando las carencias materiales? El problema es que el compromiso con la nación, el interés en impulsar el desarrollo de la sociedad, el genuino interés en la formación de seres humanos íntegros, el grado de pasión, compromiso y entrega a su vocación no se evalúa por ningún lado; la evaluación es reducida a una simple verificación de los conocimientos y algunas habilidades.

Surge un problema mayor: ¿cómo estar ciertos que aquellos conocimientos y habilidades evaluadas a los maestros y los esperados en los alumnos son realmente los que necesita nuestro país? Organismos internacionales como el FMI o el BM han otorgado créditos o donaciones para impulsar la educación en México. 

En marzo de 2012 el FMI anunció un préstamo por 300.7 millones de dólares a México para impulsar la Reforma Integral de la Educación Media Superior; el programa consideraba acciones en diversas áreas, una de ellas dotar a los estudiantes de habilidades para entrar y permanecer en el mercado de trabajo. 

Estos organismos buscan condicionar el perfil de egreso de los estudiantes, para que al concluir sus estudios tengan las habilidades requeridas por las empresas globales y poder trabajar en ellas. 

Es posible que el perfil requerido por las empresas y el que más beneficie a la nación mexicana sean coincidentes, pero también es posible que no lo sean. ¿Puede el gobierno garantizar a la nación mexicana que sus intereses prevalecerán sobre los de los grupos empresariales globales?.

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