¿Quién le teme a Andrés Manuel López Obrador?

Gracias a la grave herida que Iguala ha infringido en el perredismo oficial el pasmo gubernamental y la confusión del panismo, López Obrador ha mejorado inesperadamente su posición rumbo a 2015. Y por supuesto, a 2018.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Ayer, el líder nacional del tricolor, César Camacho, puso dos tuits: “La información indica que @lopezobrador_ ha incumplido su obligación cívica de denunciar un delito, y peor si lo encubrió”. Y “@lopezobrador_ es cómplice, al menos por omisión; debe explicar por qué apoyó al alcalde de Iguala, sabiendo de sus nexos con narcos”.

Habría que quitar a los políticos su Twitter. Corren peligros inimaginables.

Veamos: el 12 de mayo de 2012, en Iguala, un ciudadano, aspirante a candidato a alcalde, le entregó un recorte de revista a López Obrador que señalaba probables ligas con el crimen organizado de la esposa de otro aspirante, José Luis Abarca.

AMLO era candidato a la Presidencia, no tenía ningún puesto en ninguno de los partidos que más tarde postularon al candidato y faltaban 10 días para el registro. Es cierto también que en febrero de este año, López Obrador proclamó precandidato de Morena a Lázaro Mazón, aliado político del alcalde hoy prófugo. Hasta hoy, por cierto, Mazón no ha sido acusado de nada por ninguna autoridad.

Ahora: es público, el procurador general de la República ha aceptado que en 2013, tanto él como el secretario de Gobernación recibieron en privado y con amplitud, información —entre ella declaraciones notariadas— de testigos que decían haber visto al alcalde Abarca asesinar a otro perredista de corriente contraria.

Es público que esa información también la tuvo el ex gobernador Aguirre. Es público que después de eso la procuraduría de Guerrero turnó el expediente a la PGR —una buena manera de lavarse las manos—; pero también porque el Congreso local, de amplia mayoría perredista, impidió el desafuero de Abarca.

Es más, hace unas semanas, la corriente dominante del PRD hizo a la hoy prófuga esposa del alcalde candidata a consejera estatal del sol azteca.

Así que aquí andamos, esperando otros tuits de Camacho sobre delitos, omisiones y deberes cívicos.

Político sin suerte no es político. Sin merecerlo mucho, es más, sin haber hecho demasiado desde 2012, ahora gracias a la grave herida que Iguala ha infringido en el perredismo oficial el pasmo gubernamental y la confusión del panismo, López Obrador ha mejorado inesperadamente su posición rumbo a 2015. Y por supuesto, a 2018.

Será por eso que César Camacho se soltó en el tuit. 

Lo más leído

skeleton





skeleton