En el mundo político se están moviendo cosas. Por estos días el interés se mantiene en torno a quién presidirá la Gran Comisión de la XV Legislatura, que iniciará ejercicios el próximo 3 de septiembre con 11 mujeres y 14 hombres: siete priistas, seis panistas, cinco del Verde, tres perredistas, dos de Morena, uno del Panal y otro del PES.

Por esa configuración, tanto negociaciones como acuerdos están al rojo vivo, pues entre ellos hay cinco dirigentes estatales de partidos, que en el marco de la transición con alternancia se convierten en piezas clave para lograr balances y contrapesos.   

Como se sabe, la coalición PRI-PVEM-Panal tendrá mayoría, convirtiendo al líder priista Raymundo King de la Rosa en un “candidato natural”; sobre todo, por ser diputado plurinominal, condición que ha prevalecido otrora para definir al presidente del Congreso. Pero esta vez no todo está dicho.

Además de King de la Rosa figuran entre los posibles: José de la Peña (Verde), Eduardo Martínez (PAN), Emiliano Ramos (PRD) y Leslie Hendricks (PRI). El primero y la última tendrían más oportunidades, aunque no significa quitarles méritos ni menospreciar la experiencia de los otros dos. De hecho, se teme más una imposición llana que un consenso disfrazado.

Digamos que de entre esos tres saldrá la cabeza del Poder Legislativo. Pero aun con esa mayoría, sus gestiones y los antecedentes históricos a su favor, al chetumaleño Raymundo King no le están dando la silla grande. 

Durante los últimos días, a la hija del ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz le ha subido el ánimo el espaldarazo de empresarios, abogados, servidores públicos y académicos. Su currículo, capacidad y don de gente, son motivos suficientes. 

Aunque De la Peña no se está quedando atrás y tiene con qué: el actual dirigente estatal del Verde Ecologista fue diputado local (XIII Legislatura) y secretario general del Ayuntamiento Benito Juárez (en la actual administración municipal), por lo que ambas experiencias le otorgan una ventaja política por aquello del cabildeo, las conciliaciones y la operación cruda, tan necesarias en ese ámbito. 

En algunos círculos asumen que King trabaría las iniciativas del Ejecutivo debido a su filiación partidista con el grupo que más rivaliza públicamente con el gobernador electo, Carlos Joaquín. Aunque es una suposición, tiene sustento y sus alcances serían desfavorables, también, para algunos presidentes municipales.