La Sección 25 del SNTE se está cayendo a pedazos y se ha convertido en tierra de nadie por la falta de un liderazgo, ya que Rafael González Sabido no ha dado el ancho y se ha dedicado a navegar en la bañera evitando aguas turbulentas, dejándose manipular con sorprendente facilidad por cualquiera que le hable lindo al oído.

A más de un año de haber tomado la dirigencia del sindicato, superando en la contienda a Elda Xix Euán, ya quedó claro que a Rafael González le quedó grande la yegua, pues su tibieza y cobardía le han hecho perder el respeto de los maestros y miembros de la sección 25.

Para muchos profesores Rafael González representaba la esperanza de un cambio en el SNTE, de recuperar la dignidad sindical tras los desastrosos liderazgos de Manuel Tzab Castro, Alexander Zetina Aguiluz y Emilio Jiménez.

Y es que Elda Xix, quien era la puntera en la competencia por gozar de la simpatía de Elba Esther, no era bien vista por los líderes de la vieja guardia –Florentino Balam, Jorge Milián Narváez y Carlos Gutiérrez García–, al considerar que como aliada de Alexander Zetina continuaría debilitando al sindicato.

En el Congreso, estos ex dirigentes apoyaron con todo a Rafael González Sabido y celebraron su victoria como propia. Poco les duró el gusto.

Desde el primer momento se notó que al nuevo líder le temblaban las patitas y no cumpliría con sus promesas de limpiar al SNTE. Y como parte de los arreglos cedió la secretaría de Finanzas a su rival, Elda Xix, además de que le dejó a su equipo las carteras más importantes de la Sección 25.

Para colmo, permitió que Alexander Zetina siga operando en el SNTE, manejando los hilos del Partido Nueva Alianza y mangoneando a buena parte de los maestros comisionados.

A Rafael se le hizo chiquito el mundo, y el creciente descontento magisterial por las  irregularidades en los pagos de sus créditos hipotecarios y a aseguradoras, aunado al timorato actuar de su dirigente que incluso evitó desfilar el 1 de mayo, lo llevó a cometer el peor error: traicionar a los que lo apoyaron y unirse con su enemigo.

Rafael González se sometió al ex dirigente más nefasto que ha pasado por la Sección 25, el bacalarense Alexander Zetina Aguiluz, con el que ahora se ha aliado y juntos ya “vendieron” la promesa al gobierno estatal y a la titular de la Secretaría de Educación, Sara Latife Ruiz Chávez, de mantener controlado al magisterio.

El dirigente del SNTE escuchó el canto de las sirenas y cayó redondito en la melosa labia de Zetina Aguiluz, ganándose en el proceso el desprecio de quienes se la jugaron con él desde el principio.

Tal fue el caso de su asesor de cabecera, Arturo Alvarado Martínez, “El Oaxaco”, quien renunció a su posición y publicó en su muro de Facebook que dejó el SNTE por dignidad, porque no le gustaba el rumbo que le estaba dando su líder.

Incluso, Florentino Balam, Raúl Santana, Alfredo Díaz y Jorge Milián amenazaron también en las redes sociales con lanzar una ofensiva por el despojo de un terreno costero en Bacalar que pertenecía al SNTE.

Y aunque no ponen nombres, a ese terreno se le perdió el rastro durante el liderazgo de Alexander Zetina.

La tragedia rondó en Dos Mulas

Este sábado a primera hora conviví con mi hijo, padres de familia y personal del Centro de Enseñanza Moderna, con motivo del Día del Padre. 

La convivencia fue ejemplar, pero uno de los niños de quinto grado se precipitó de un columpio, al rajarse un tronco muy pesado y podrido en el área de juegos infantiles.

El niño de 11 años permaneció inmóvil y de inmediato fue atendido por los paramédicos de la Cruz Roja, presentes en el convivio efectuado en el bulevar Bahía.

El accidente quedó en un susto, pero supongo que es tarea del Ayuntamiento capitalino supervisar la calidad de los juegos infantiles. A menos que sea necesario esperar el próximo trienio.