Reanudar el diálogo

Escribir, publicar y distribuir libros es como lanzar mensajes en botellas al mar...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El regiomontano Gabriel Zaid es poeta, ensayista, editor; reconocido por su palabra certera y por la amplitud de sus intereses de estudio (economía, política, cultura). Su escritura es un diálogo continuo, no sólo porque conversa con obras anteriores a las suyas, sino también porque interpela directamente a sus lectores, los invita a formarse una opinión propia, a circular nuevas interrogantes alrededor de estáticas respuestas. 

De la colección Contemporánea DEBOLS!LLO, leo Los demasiados libros publicado en 2010. El recorrido de este texto en el mundo editorial viene detallado en sus páginas finales en una Nota Bibliográfica; por ejemplo, se nos hace saber que versiones anteriores de los capítulos que conforman esta obra fueron publicadas en diferentes revistas desde el año 1970 y aún siguen siendo corregidas y aumentadas.

Algunos títulos de los ensayos que aparecen en esta edición son: “Cultura y comercio”, “Quejarse de Babel”, “El costo de leer”, “La oferta y la demanda de la poesía”, “Lectores en Wikilandia”. La agudeza y frescura con que Zaid aborda los temas anima y estimula nuestra lectura y reflexión. En medio de sus más profundas disertaciones, su lado poético sale a flote:

“Escribir, publicar y distribuir libros es como lanzar mensajes en botellas al mar: su destino es incierto. Y, sin embargo, una y otra vez, se produce el milagro: un libro encuentra su lector, un lector encuentra su libro”. Nos aconseja: “...la medida de la lectura no debe ser el número de libros leídos, sino el estado en que nos dejan”.

Nos advierte de la complejidad del fenómeno:

“Todo comercio es conversación: cultura, siempre en riesgo de volverse blablá. Está muy bien sentir que los libros no son mercancía, sino diálogo, revelación; pero no para despreciar el comercio, sino para recordar que, en último término, nada es mercancía”.

Al hablar de libros, nos habla de la vida misma: “Hoy resulta más fácil adquirir tesoros que dedicarles el tiempo que se merecen”.

¿Te animas a seguir leyéndole?

Lo más leído

skeleton





skeleton