Reclamo nacional
En el último trimestre de 2014 salieron a la luz pública hechos que evidencian la red de complicidades, corrupción e impunidad que distinguen al gobierno encabezado por Peña Nieto, y cuyas consecuencias no se han hecho esperar.
En el último trimestre de 2014 han salido a la luz pública hechos que evidencian la red de complicidades, corrupción e impunidad que distinguen al gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto, y cuyas consecuencias no se han hecho esperar.
Déficit en las finanzas públicas, mayor endeudamiento, menor crecimiento económico, devaluación acelerada del peso, pérdida de empleos bien remunerados y aumento de empleos mal pagados.
En sólo dos años, este gobierno le dio al traste a la estabilidad económica que recibió al asumir el cargo.
El descarado saqueo de las finanzas públicas operado desde las más altas esferas del poder político ha puesto al país nuevamente en la antesala de una grave crisis económica de consecuencias nefastas para los bolsillos de las familias mexicanas.
El tema de la famosa Casa Blanca y ahora la casa del secretario de Hacienda parecen ser la punta del iceberg y la gente se pregunta qué otra sorpresa tendremos. La sociedad mexicana está agraviada y más aún cuando pretenden justificar estos temas con explicaciones increíbles que ofenden la inteligencia de los mexicanos.
Lo más preocupante es la percepción general de que este gobierno no entiende que debe corregir el rumbo y sigue tratando de justificar lo injustificable. La opinión pública ha manifestado su rechazo a la gestión de Peña Nieto con un porcentaje escandaloso de desaprobación que supera el 60%.
La gente no quiere más explicaciones, reclama acciones contundentes que frenen la corrupción, que se destituya y castigue a los responsables, sean quienes sean, y que se tomen medidas inmediatas para frenar la crisis generalizada que hoy está poniendo de rodillas a México.
Las reiteradas crisis económicas de los últimos 30 años, la corrupción, la impunidad, la simulación, el engaño, la inseguridad, la violencia, y la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos privilegiados por el sistema político, frente a millones sumidos en la pobreza, ya resulta intolerable para la gran mayoría de los mexicanos.
Y lamentablemente hasta hoy no vemos un presidente capaz o dispuesto a asumir el papel que como líder nacional le corresponde.