Recuerdos

El día que llegué un amigo me dijo que aquí era la Isla de la Fantasía y que vería cosas increíbles, absurdas, bellas, feas y de todo...

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El mes que entra cumplo 20 años de haber llegado a vivir a esta tierra. El día que llegué un amigo me dijo que aquí era la Isla de la Fantasía y que vería cosas increíbles, absurdas, bellas, feas y de todo porque en verdad era la Isla de la Fantasía. Hoy por hoy lo creo y en verdad que he visto cosas muy sui generis. En mi área he visto ir y venir a mucha gente y estoy convencido de que muchos se dedican a este negocio pero somos muy pocos los artistas de verdad.

Y todos saben que entre los artistas existen muchas egolatrías, pero aunque en este momento existen en Quintana Roo más directores de orquesta que músicos y ya cualquiera se dice director, no podemos olvidar ni dejar de reconocer a un personaje que si es director de verdad y que en aquel 2010 me enseño mucho e hicimos un excelente mancuerna de trabajo, el es David Hernández Bretón.

El principio no fue fácil y el lo sabe, las circunstancias nos enfrentaron pero sacamos el reto de la Sinfónica de Quintana Roo adelante, el como director titular y este servidor como segundo de abordo haciendo conciertos instrumentales, haciendo ballet y hasta ópera. Karine Asatryan extraordinaria viloinista me comentaba que a ella la habían dirigido muchos directores en México y en el mundo pero que David tenía una claridad en su marcación como pocos y su análisis de las obras y eso es muy cierto, aprendí mucho de él.

Recuerdo que alguna vez sacamos el callo y la experiencia haciendo un concierto de 15 de septiembre cuando una noche antes no conociamos los temas y los ensayos y la presentación nos hicieron lo que el viento a Juárez.

Como director – concertador yo tenía el encargo de armar la orquesta con los músicos locales y ensayar antes de que David pusiera su firma al producto. Cuando había que corregir algo David lo hacía con un conocimiento muy amplio del tema. Una memoria realmente privilegiada. Fue una buena época y lo digo en serio; lástima que en ocasiones la pólítica se interpone en el arte y los proyectos se acaban por ende, pero espero algún día poder repetir el dueto. Hasta la próxima semana.

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