Recuerdos

Esta semana tuve la oportunidad de hablar con mi hermano Jorge Salvatella y después de colgar con el fui al baúl de los recuerdos...

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Esta semana tuve la oportunidad de hablar con mi hermano Jorge Salvatella y después de colgar con el fui al baúl de los recuerdos y no pude contener la emoción al encontrarme algunas grabaciones que esa noche escuché una y otra vez. 

A finales de los años 50 o principios de los 60, mi abuela y mi madre grabaron como el dueto Laurita y Diana un tema de la autoría del compositor puertorriqueño Benito de Jesús “Seguiremos pecando”. 

Coincide con que tiene varias semanas que estoy recordando a mi madre de una manera muy especial y siempre con música, en un escenario o acompañándola en el piano o en el órgano. Y en la grabación en mención participan personas muy queridas en mi vida. 

Al piano, el maestro Ernesto Bellóc, en el acordeón mi tío y mi mentor musical Guillermo López, en la primera voz mi madre, y en la segunda voz mi abuela Laura. 

Pero cabe mencionar que en la década de los 50 surgió una moda en la que en el puente musical había alguien que decía un verso referente a la letra de la canción o parte de la misma letra. 

Obvio en esa época donde la radio era el producto élite, existían voces llamadas de terciopelo. 

Voces espectaculares realmente, con una perfecta dicción, educadas, algo que no podría hacer alguien que no tuviera licencia de locutor y una de ellas era de uno de los mejores locutores que ha tenido este país, y me refiero a mi tío Pepe Salvatella. 

Estar escuchando “Seguiremos pecando” y de repente escuchar la voz del tío Pepe diciendo: “Hay un mundo imposible que nubla nuestras vidas. Hay un cielo de sombras que no nos deja luz. Y a pesar de tus cosas y a pesar de las mías. Pero sobre todo el mundo, mi mundo serás tú. Aunque todos se opongan tu estarás en mi vida. Estarás como estrella de mi eterna sonrisa. Y olvidándolo todo… olvidándolo todo, seguiremos pecando”.

Una belleza ¿no? Agradezco a la vida la oportunidad de nacer con esa madre y esa abuela que me dieron y me siguen dando tanto a pesar de no tenerlas físicamente. Estoy seguro que el maestro Bellóc, el tío Pepe y mis dos progenitoras andarán haciendo tremendas bohemias desde el cielo. Hasta la próxima semana.

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